La alcaldesa de Talavera, Tita García Élez, ha suscrito un convenio entre el Ayuntamiento y las herederas del archivo fotográfico de Lorenzo Rodríguez Gil, gracias al cual se incorporan al archivo municipal estos fondos que reflejan la vida cotidiana de Talavera desde 1963 a 1981, en aspectos sociales, económicos, culturales, deportivos y lúdicos, entre otros.
Con el archivo fotográfico donado se creará un fondo que se denominará por el nombre de su productor: «Fondo fotográfico Lorenzo Rodríguez Gil».
«Por fin, tras varios años»
Así lo ha puesto de manifiesto este miércoles la regidora talaverana, tras la firma del convenio, que ha valorado que “al fin, después varios años de trabajo”, se incorporan al archivo municipal estos fondos, tal y como ha informado el Consistorio talaverano en un comunicado.
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Durante la reunión, García Élez ha estado acompañada por el concejal de Promoción Cultural, Carlos Gil, y las propietarias, por título de herencia, del archivo procedente de la actividad profesional de su padre, María Luisa, María Francisca y Marta Rodríguez Sánchez.
«La historia visual de Talavera»
En este encuentro, la alcaldesa ha agradecido la donación de las propietarias para que los archivos estén a disposición de todos aquellos usuarios, como investigadores, profesores, estudiantes universitarios y público, en general, que “estén interesados en esta historia visual de Talavera”.
“Tanto para que este material se mantenga en el mejor estado de conservación como para que sea accesible a todo el mundo, es el mejor destino que estas imágenes podían encontrar”, ha destacado la alcaldesa.
Igualmente, García Élez ha resaltado la colaboración de otras entidades, como la Asociación Taboracrom o el Colectivo Arrabal, en la consecución de estos archivos.
“Este archivo fotográfico es de gran interés para el estudio de la cultura y de la historia de la ciudad”, ha reiterado la regidora.
La alcaldesa de Talavera ha señalado que esta donación también conlleva una serie de obligaciones y compromisos por parte del OAL de Cultura, que son la digitalización de los fondos, la realización de una exposición con las obras más representativas de la colección, la edición de un catálogo fotográfico y la autorización de las herederas para la utilización de este archivo para proyectos con fines comerciales.