Según la sentencia a la que ha tenido acceso Efe este viernes, se considera probado que un día de enero o febrero de 2020, que no ha podido ser determinado, la menor acudió al campo de fútbol de la localidad de Bolaños de Calatrava (Ciudad Real) para asistir y presenciar el entrenamiento del equipo de fútbol del que su padre era el presidente.
Mientras se desarrollaba el entrenamiento en una mitad del campo de fútbol, la menor, en compañía del acusado, y que desempeñaba el cargo de utillero del equipo, se dirigieron hacia la piscina del complejo al objeto de recuperar un balón, como hacían en muchas ocasiones.
Se la llevó a los vestuarios y abusó y la agredió sexualmente
Aprovechando ese momento, el condenado llevó a la menor a los vestuarios del campo de fútbol, donde abusó y la agredió sexualmente.
Al acabar conminó a la menor para que no contase lo ocurrido si no quería que la pasase algo, lo que generó una situación de miedo en la misma de sufrir algún mal, sensación de vergüenza y sentimiento de culpa, no llegando a contar lo ocurrido hasta el mes de julio de ese año en que, movida por el miedo de encontrarse embarazada por no tener la regla, lo contó a sus amigas.
Hasta que se lo contó a su madre…
Estas, recoge la sentencia, le recomendaron que contara el episodio a su madre, lo que hizo el 15 de julio de 2020, después de rogarla que no le pegara por lo que iba a contar.
La madre, finalmente trasladó a la menor al Centro de Salud de la localidad, denunciando los hechos ante la Guardia Civil de Manzanares.