No hay ningún caso de la variante ómicron de la Covid-19 en Castilla-La Mancha, tampoco ningún sospechoso. Así lo ha asegurado el consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, quien ha advertido de que a pesar de esto, al haber casos ya en Madrid, esta variante ya puede estar «en otras partes del territorio».
Pero el consejero ha pedido cautela con esta variante, puesto que todavía no hay ninguna evidencia de que la nueva variante pueda ser más peligrosa. Ayer se conoció el primer caso de ómicron en España, detectado en el Hospital de Ramón y Cajal, en Madrid.
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Y es que no hay evidencias ni de que sea más contagiosa, ni de que produzca mayores síntomas, ni de que sea capaz de escapar a las vacunas, por lo que Fernández San ha subrayado que hay que mantenerse a la espera de lo que digan los científicos al respecto.
«De esta variante no se conoce prácticamente nada, los síntomas son parecidos y habrá que esperar a lo que los científicos digan», ha expresado el consejero en rueda de prensa.
Pánico por una variante que no se sabe si es más peligrosa
Y es que la variante ómicron, detectada en Sudáfrica, aunque este posiblemente no sea el país donde se originó, está desatando el pánico a pesar de que por el momento hay ninguna prueba de que pueda ser más peligrosa.
Por todo ello el consejero ha querido hacer una «llamada a la normalidad», recordando que las cifras de este año no tienen nada que ver con las que había el año pasado antes de Navidad, además de que entonces no había nadie vacunado y Castilla-La Mancha supera el 86 por 100 de la población mayor de 12 años vacunada.