El alcalde de Guadalajara, Antonio Román, ha considerado «posible» la reducción del número de diputados provinciales y concejales en los grandes ayuntamientos de Castilla-La Mancha en la línea manifestada ayer por el presidente de la Diputación de Toledo, Arturo García Tizón.
«Hay que analizar pueblo a pueblo, pero puede que sea posible reducir el número de diputados provinciales y representantes en los ayuntamientos grandes», ha señalado en una rueda de prensa.
Ha puesto el ejemplo del Ayuntamiento de Guadalajara donde ha considerado que se podría rebajar el número de concejales «porque son 25 y el trabajo que se hace se podría hacer con menos».
Román ha apostado por la racionalización del número de cargos políticos y liberaciones relacionadas con el poder político «para hacer una administración más eficiente y con menos gastos superfluos».
Una racionalización que ha limitado a diputaciones y grandes ayuntamientos pero no a los 260 pequeños municipios de Guadalajara con menos de cinco concejales que no reciben retribución alguna.
«En los pequeños pueblos donde el alcalde es alguacil, electricista o fontanero y donde no cobra, no se puede reducir más», ha asegurado.