Pocas veces la palabra «¡acción!» tiene tanto sentido como cuando se decía al grabar las escenas de GEO. Más allá del límite. Esta docuserie de la que todo el mundo habla y por todos lados es una gran producción de Buendía Estudios para Amazon, que está batiendo los registros de la plataforma y no ha parado de reunir elogios desde su estreno en octubre de 2021. La idea es original de Jorge Pérez Vega, el productor ejecutivo, un periodista toledano para el que la televisión no guarda secretos, porque ha trabajado todos los formatos. De hecho, su nombre ha estado y está delante y detrás de programas de éxito en las cadenas de televisión más importantes de España y de varias comunidades autónomas. Es el director de Contenidos de Buendía, además de productor ejecutivo en esta producción y en otras.
En la pequeña pantalla lo ha hecho todo: informativos, entretenimiento, espectáculos, realities, magazines, otras series documéntales… Pasapalabra (A3), España directo (La 1), Auténticos (con Chicote, en La Sexta) o Drag Race España (primer reality con drag queens, para A3 Premium) son títulos bajo su responsabilidad y testigos de su buen hacer.
ENCLM ha charlado con él en las oficinas de Buendía Estudios para desvelar la respuesta a todo eso que te estás preguntando sobre la serie del momento y sus carismáticos protagonistas, capitaneados por el instructor Pelayo Gayol.
Desafío a los límites de cuerpo y mente
Más allá del límite. El título ya deja claro qué es GEO y qué vamos a encontrar a lo largo de sus ocho episodios (será difícil que puedas ver solo uno y parar). El cuerpo y la mente humanas puestos a prueba al máximo nivel de rendimiento, desafiando las fronteras de su vulnerabilidad al servicio de la seguridad de un país, España, desde uno de los cuerpos de élite más valorados del mundo, los GEO (Grupo Especial de Operaciones) de la Policía Nacional.
Esta vez el parecido con la realidad no es mera coincidencia. Mostrar la verdad era el objetivo, sin colorantes ni conservantes porque lo extraordinario es que los veamos tal como son. Se trataba de contar las cosas como son en el curso de instrucción que un centenar de policías hacen para poder acceder a una de las 12 plazas que el GEO ofertaba en 2020. Eso es lo que narra esta docuserie, dirigida por David Fernández Miralles.
¿Esto va a interesar a alguien?, preguntaban desde GEO en el primer visionado de la docuserie ajenos al espectacular impacto que causaría en el espectador conocer su día a día. La producción ha conseguido elogio general de público y crítica y algunos de los mejores registros de la historia audiovisual de Amazon.
Una idea de Jorge Pérez Vega
Muchos elementos se han conjugado de manera óptima para lograr un resultado tan sobresaliente, pero tras GEO. Más allá del límite, hay un primer y gran culpable: Jorge Pérez Vega, al que se le encendió la bombilla y se puso manos a la obra hasta lograr el sí que le permitió dar al REC. Fue una larga caminata que implicó persuadir a los responsables de Buendía -la productora se ha apuntado el bombazo-; a los de la Dirección General de Policía, a los del GEO y, finalmente, a los protagonistas.
Los números apabullan, aunque desde el primer instante a partir del play está claro que lo extraordinario es la historia y que estamos ante una de esas realidades que supera cualquier ficción en interés, épica, emoción y acción. Estás segura de que estás ante héroes invisibles… hasta ahora.
Y es que GEO. Más allá del límite lo tiene todo para triunfar: una historia de interés, épica por las acciones y el coraje de los policías, un guión que atrapa y unos protagonistas de carne y hueso que harían las delicias de cualquier director cinematográfico. ¿Alguien puede olvidar a Pelayo tras haber visto GEO? El director del curso, que fue número uno de su promoción con nota de 9,48 es un GEO que luchó contra ETA, estuvo en el famoso piso del 11M que saltó por los aires y en los atentados de Kabul contra la embajada española.
Al factor humano delante de las cámaras se suma un rodaje muy cuidado, luces al servicio del ambiente real, imágenes impactantes conseguidas con los alardes técnicos y tecnológicos más vanguardistas y los mejores profesionales en cada fase y a cada paso de esta gran producción que también han ido al límite de sus capacidades, que era lo que tocaba ante un reto como el que afrontaban: narrar la formación de uno de los cuerpos de élite mejores y más exigentes del mundo.
43 años de GEO
¿Es un milagro que hayan entrado cámaras en el interior de un cuerpo de élite tan reservado como GEO o hay una explicación?
No es un milagro. Sí es cierto que hay mucho trabajo detrás para dar confianza en el proyecto a todos los interlocutores que forman parte de la historia. Es un cuerpo con 43 años de vida, considerado el más hermético de todos los que forman la Policía española y uno de los más importantes del mundo, que no tienen experiencia con las cámaras y que, obviamente, no van a ser amigables con ellas. Así que la primera labor que tienes cuando se te ocurre una idea de estas es que entiendan que vas a reflejar la realidad, que les vas a tratar con respeto y para transmitir sus valores; porque es un formato documental, no un reality show.
El primer paso fue transmitir confianza a la Dirección General de la Policía y lo entendieron. El segundo, convencer al GEO. Hablamos con el comisario principal y jefe del GEO y tuvimos la inmensa fortuna de que les encajó. Los tiempos hoy son diferentes y no tiene sentido pensar que van a vivir eternamente en una burbuja. De hecho, a posteriori, han ido apareciendo fotos de muchos de los protagonistas en diferentes operativos, porque si mañana desfilas delante de Rey no vas a cara cubierta. Aunque traten de ofrecer un perfil bajo tienen una cierta exposición mediática.
La siguiente fase fue conseguir que la gente que va a salir en el documental -no se puede obligar a nadie- entienda que no va a menoscabar su imagen. También hubo mucho trabajo posterior en tiempo de rodaje.
Siempre cuento la anécdota de que la primera vez que vieron la serie algunos de los protagonistas nos preguntaban: ¿esto va a interesar a alguien?. Lo que para ellos es su trabajo para el resto de espectadores es algo absolutamente fascinante. Nosotros como productores queríamos que ellos reconocieran en la serie su trabajo, porque era la prueba de que los habíamos reflejado tal y como eran, sin colorantes ni conservantes; ese era el gran reto.
La idea de la serie es tuya, pero… ¿cómo la acoge Buendía Estudios? ¿Cuánto tiempo pasa hasta que empezáis a grabar, cómo fue la gestación…?
Nuestro ADN, tanto el de Buendía como el mío como productor, es estar buscando historias permanentemente. Cuando comenté la idea con el director general, lejos de desanimarme me dijo vamos a por ello; pese a ser consciente de que iba a ser un proceso muy largo. Sabía que la historia tenía todos los ingredientes para convertirse en una gran producción: es relevante, es exclusiva, nunca antes se ha contado algo así… Sabes que tienes un producto ganador.
18 meses de trabajo previo antes de dar al REC
¿Cuánto tiempo pasó antes de dar al botón del REC? Prácticamente 18 meses de trabajo previo y conversaciones. Una vez que tuvimos el sí nos pusimos a trabajar en el diseño de un proyecto de producción de estas características, que es brutal. Entender cómo vamos a grabar, cuántos equipos necesitamos y, sobre todo, cómo lo vamos a hacer para no alterar la vida del curso.
Esto no es un reality show, es muy importante que la gente lo sepa. Son policías reales con un mínimo de dos años de experiencia, que vienen de distintas áreas: homicidios, UIP… con un único sueño, que es ser GEO. Los instructores de la serie también son reales, no son actores. Era muy importante trabajar con ellos y no distorsionar el ritmo del curso. Pasaron prácticamente 18 meses hasta que dimos al botón del REC, más un año de grabación y, en paralelo con la producción, prácticamente otros 16 meses de edición y postproducción de los capítulos.
Un trabajo impresionante, que supongo que necesitó muchos medios técnicos y humanos. ¿Cuánta gente ha participado a lo largo del proceso?
Un equipo de entre 80 y 100 personas entre dirección, contenidos, producción, realización, cámaras, sonido… En el proceso de grabación no éramos más de 40, pero por detrás y haciendo otras cosas había unas 50 personas más.
¿Quién fue la primera persona del GEO que vio la serie? ¿Recuerdas su reacción?
El director general de la Policía, el director adjunto Operativo, el comisario jefe del GEO, gente comunicación de ambos equipos y del gabinete de la Dirección General… ¡Estabas sentado delante de quienes habían confiado en ti y a punto de ver si habíamos cumplido nuestra palabra! Recuerdo que cuando acabó la proyección de capítulo 1 se hizo el silencio, yo miraba de reojo y pensaba: no les ha gustado… El director general de la Policía dijo entonces que quería oír a los profesionales antes de dar su opinión. ¿Qué significa esto me preguntaba…? Abrió turno el director adjunto Operativo y todo lo que dijo fue maravilloso. «Lo que he visto es lo que me tocó vivir en mi momento, es una serie que te hace empatizar…” El director general repitió lo mismo y puso de manifiesto el respeto que la se transmite hacia quienes protagonizan las historias y los valores que emanan.
Luego proyectamos el capítulo 1 con los instructores y sus familias en un cine, 400 personas y fue maravilloso cuando al acabar la gente empezó a aplaudir y darte las gracias, cuando eras tú el que se las tienes que dar a ellos porque están todo el día cuidando de nosotros y no se sabe lo que hacen, la vocación y la preparación que tienen. Son momentos muy especiales, la verdad.
«Sabíamos que nos íbamos a enfrentar a cosas muy serias»
No vamos a hacer spoilers, pero es imaginable que se ven situaciones extremas, que si ya es difícil afrontarlas sin cámaras, con ellas supondría una odisea técnica y física… ¿Cómo conseguisteis grabar en escenarios imposibles, sin luz, con frío extremo…?
Antes de empezar ya sabíamos que nos íbamos a enfrentar a cosas muy serias. Ruedas en un avión, acompañas a un operativo a un asalto a un barco… te tienes que manejar en medios complicados, pero el equipo profesional que ha estado detrás de esta serie es de lo mejor que tenemos en este país. Hemos contado con gente que era muy buena en lo suyo… ¡muy buena, muy buena…! Empezando por nuestro director, que ha sabido entender lo que queríamos hacer y cómo y le ha dado un sello personal muy interesante a la serie.
También queríamos que aunque grabáramos en condiciones extremas tenía que parecer real, no podías dar la sensación al espectador de que esto era un decorado. Se ha trabajado siempre con la luz justa para transmitir ese ambiente que rodea la acción y le hemos dado un protagonismo absoluto al sonido. La serie ha tenido una arquitectura de sonido brutal, en algunos momentos incluso al nivel del cine, si no más… Era muy importante que no se perdiera nada de sonido, para que luego con las imágenes el espectador se sumergiera en la historia. Pero la base era: ¡no puede parecer un decorado!, ¡no puede parecer una ficción! A modo de anécdota te contaré que en algunas escenas parte de la acción la estoy iluminando yo con un frontal, porque queríamos que el espectador tuviera una experiencia inmersiva y sintiera la angustia de la noche y de que cómo estaban sufriendo en esas condiciones.
Los medios técnicos que hubo que gestionar son cámaras de cine, pesadas, en situaciones complejas, pero detrás de nosotros teníamos un equipo técnico y de contenidos excepcional.
«Teníamos que estar a la altura de los GEO»
Está claro el reto técnico, pero también era un desafío humano, porque vosotros estabais en las mismas condiciones hostiles de terreno o ambiente. Habéis pasado frío, calor, miedo… Casi habéis hecho la instrucción para aprobar el curso GEO…
Cuando terminamos, tanto el director del curso como el instructor nos decían que teníamos una boina granate ganada. «Habéis seguido perfectamente nuestro ritmo, que era muy intenso», nos dijeron. Siempre tuvimos claro que teníamos que estar a la altura de lo que ellos hacían, no podían sentir que íbamos, grabábamos un ratito y desaparecíamos. Hemos querido transmitirles siempre nuestra implicación en el proyecto acompañándolos en todo y al ritmo que ellos marcaban.
Así que habéis pasado calor, miedo, sueño…
¿Sueño? Por supuesto. ¿Miedo? Bueno… No tienes esa sensación, pero sí que ha habido situaciones que te dan mucho respeto. Estar empotrado con un equipo en una barca antes de que salten al interior de un barco es responsabilidad, por supuesto. O estar grabando en un avión en paralelo cómo es el momento en el que saltan también requiere atención… Siempre hemos trabajado con todas las medidas necesarias, rozando en algunos casos lo más extremo para garantizar la seguridad de los equipos. Pero sí, hemos pasado sueño, frío, hambre… Lo que han pasado ellos lo hemos pasado nosotros.
Superados los obstáculos técnicos, das al REC y aparecen esos personajes que son reales pero que nos atrapan desde el minuto uno, muy especialmente Pelayo, el instructor. ¡Son auténticos animales televisivos!
Si hubiéramos tenido que hacer un casting no nos hubiera salido mejor. Esa es la realidad. Nosotros no elegimos a los instructores, lo decidió el comisario jefe. Y los aspirantes son la gente que voluntariamente realizan el curso de GEO. Tienen una preparación extraordinaria; no es solo técnica, sino en otros ámbitos de la vida y una gran cultura; tienen un gran fondo personal. Nunca podríamos imaginar que nos encontraríamos con un Pelayo, un Pertegaz o un Barroso, que lo cuentan muy bien y nos lo pusieron muy fácil. ¿Cuál es nuestra cuota de responsabilidad? Hacerlos sentir cómodos. Somos contadores de historias y no queríamos narrar ninguna que no fuera real. La historia que contamos es la que ellos protagonizan y teníamos que darles confortabilidad. Las primeras entrevistas se hicieron tiempo después de empezado el curso, teníamos claro que había que ir poco a poco. Éramos como anticuerpos, algo extraño y teníamos que ganarnos su confianza y al final hemos sido parte del equipo… tanto que el último día de grabación se repartieron teléfonos, abrazos y la sensación de que realmente formábamos parte del curso. Ese proceso es el que hace que cuando se sientan a contar lo hagan confiados. Hay historias maravillosas, experiencias personales y profesionales muy profundas. No hay que olvidar que esta gente se ha enfrentado al 11M, detiene yihadistas, asalta barcos por nuestra seguridad, intercepta cocaína y su día a día no solo o viven ellos, sino también sus familias.
«La cámara acabó convirtiéndose en su compañera»
Resulta increíble que hayáis creado ese ambiente de empatía que ha logrado que se desnude un cuerpo que está entrenado para desconfiar… Se han puesto literalmente en vuestras manos y todo fluye, al menos para el espectador, sin trampa ni cartón.
Cuando empezábamos a plantear el proyecto, en el equipo acuñamos una frase que se grabó a fuego: ¡nunca se corre! Las cosas hay que contarlas con calma, vamos a estar siete meses y medio con ellos. No queríamos caer en cosas que pasan habitualmente cuando haces otro tipo de formato, como alguien que dice ha sucedido algo aquí y las cámaras van corriendo… no era eso, no era un reality show. Por eso la cámara se acaba convirtiendo en un compañero de ellos, que parece que se te olvida que está, pero es una más de la historia.
De hecho, decidimos empezar a hablar con ellos ante las cámaras cuando ya se habían acostumbrado a que estuviera ahí, nos conocían, nos ponían cara, había habido tiempo de intercambiar confidencias y se había establecido un cierto marco de confianza. Nuestra responsabilidad como productores era ser capaces de dar esa confortabilidad.
«Se equivoca quien busque una serie física»
Para ser un GEO hay que ser lo mejor de Sapiens mental, física y emocionalmente. ¿Cómo llega un policía a convertirse en un auténtico GEO?
Siempre digo que se equivoca quien piense que va a encontrarse una serie absolutamente física. Evidentemente hay un mínimo, porque tienen que estar muy preparados, pero si lo distribuyéramos en porcentajes, la parte mental es brutal. Esta gente tiene que ser capaz de manejar entornos de absoluta incertidumbre, en los que tienen que trabajar siempre. Se enfrentan a eso, por lo que la parte psicológica es impresionante. También está el lado humano, que a mí me gusta mucho; en realidad no estás buscando superhombres, sino gente que sepa trabajar en equipo, que tenga una gran fortaleza mental para gestionar lo que se les viene encima y, por supuesto, una capacidad física. Después de convivir con ellos o de ver la serie lo único que puedes hacer es quitarte el sombrero. Me siento muy seguro tras haber compartido tiempo con ellos y ver que la seguridad de este país está en manos de personas con una preparación excelente, que envidian otros cuerpos de seguridad del mundo. Muchas veces hablamos de los marines y resulta que ellos vienen a recibir formación en España de gente como esta que sale en la serie.
Gente que tiene familias y que no puede perder los pies de la tierra…
He tenido la oportunidad de charlar con familias, he recibido mensajes maravillosos. Ellos dicen siempre que el peso de la boina granate de un GEO es compartido con las familias, que como dice Pelayo en la serie, forman parte del GEO. No tienen nunca la certeza de si van a poder estar en un cumpleaños familiar, se pierden eventos señalados, incluso enfermedades de familiares que pasan mientras están en un servicio. O la familia te apoya y te da estabilidad o tienes un problema. Y esa estabilidad también es importante para ellos, saber que cuando se van todo está en orden en casa.
«La boina granate es el momento en el que todo tiene un sentido»
¿Cuáles han sido los momentos más imborrables de la grabación de la docuserie?
Para mí el momento más bonito es cuando les entregaron la boina granate, es la culminación, cuando todo tiene un sentido. En la serie las cosas no suceden porque sí, no se les exige lo que se les exige por gusto, sino porque ese será su día a día cuando sean operativos reales. Cuando después de todo lo que han sufrido ves lo que significa para ellos coger esa boina y ponérsela en la cabeza, es muy emotivo. Ese día se me escaparon las lágrimas, y lo volví a hacer cuando luego vi ese momento de la serie.
Y, como productor, cuando estás viendo cómo es el momento en el que se enfrentan a lanzarse en paracaídas o a preparar un abordaje de un buque, son cosas muy espectaculares, no es fácil tener acceso a eso y nunca lo olvidas. Pero, humanamente, el momento de ver ponerse la boina es algo maravilloso.
¿Tienes personajes favoritos, debilidad por alguno…? ¿Quizás Pelayo…? (Los que han visto la serie entenderán perfectamente la pregunta).
Ja, ja. Ja… A ver… Hay gente con la que te encariñas más… Posiblemente tengo más aprecio por algunos que no lo han conseguido y sabes porqué se han quedado fuera por un problema físico o familiar, pero que tenían muy buenas condiciones para estar… Que te saque de la ecuación algo que no puedes controlar tú, da mucha pena. Empatía he sentido por todos, era consciente de que teníamos delante de nosotros un material humano increíble. Pelayo era maravilloso, pero Pertegaz -el francotirador- es una persona que cuando habla dice unas frases que las podrías enmarcar… Barroso, Alcántara… ¡Es que son todos maravillosos! ¿Predilección? Honestamente tengo que decir que yo me he enamorado de todos.
«La motivación del GEO no es el dinero, es que tu país sea un lugar seguro»
Además de lo evidente, el curso de instrucción de siete meses y medio para que los aspirantes lleguen a obtener una plaza en el GEO, ¿qué vemos en la serie?
Es una serie de valores. Creo que en una sociedad como la actual, una de las cosas que más ha apreciado el espectador es que esto se hace por vocación, no por dinero; la única motivación de esta gente es que tu país sea un lugar más seguro y se pueda salir a disfrutar con tranquilidad. La gente empatiza con un cuerpo de élite y entiende que detrás de nuestra tranquilidad hay un grupo de gente con familias y circunstancias como las nuestras a los que les mueve una vocación de servicio público y unos valores que a muchos les cuesta identificar hoy en día. Hay que llegar hasta el final en la serie, porque tiene muchas capas: la parte física, la psicológica, la de valores…
La realidad contada como si fuera cine
Habéis traspasado varias fronteras que parecían impenetrables. La primera fue entrar con cámaras a un cuerpo de élite. Pero al mismo tiempo habéis logrado un documental visualmente espectacular y que entretiene todo el tiempo. ¿Cuántos límites crees que ha roto la producción de GEO. Más allá del límite? En ese sentido, que crees que habéis aportado.
No es algo que ha sucedido a posteriori, lo teníamos preparado. El documental no tiene por qué ser un formato estereotipado. Queríamos contar algo con códigos cinematográficos y creo que hemos conseguido que este producto documental se consuma como una ficción, que cuando acaba un capítulo el espectador quiere ver el siguiente, porque se ha generado la tensión suficiente como para ver qué va a suceder. Esos códigos que son propios de una ficción los hemos empleado en la narración de esta serie documental y hemos sido capaces de captar al espectador sin perder un ápice de realidad. Eso lo teníamos claro desde el primer segundo.
¿Por qué un documental no puede ser entretenido? Estar triunfando en el mundo de las plataformas es un orgullo para nosotros, porque competimos siendo un documental no una ficción o una gran película. Teníamos claro que la manera de contar las historias, que eran muy potentes, tenía que ser también espectacular. Tengo infinidad de mensajes, algunos de profesionales del medio que no sé ni cómo han conseguido mi teléfono, para decirme que pensaban ver 10 minutos y se tragaron cuatro capítulos sin parar, gente que ha devorado la serie… En ese sentido, creo que hemos conseguido dar un puñetazo encima de la mesa y demostrar que el documental puede ser superinteresante.
«La gente ha valorado el trabajo de los GEO y la calidad de la serie»
Es probable que GEO. Más allá del límite consiga premios, pero hasta que eso llegue, ¿qué satisfacciones os ha producido ya? ¿Hay ya otros cuerpos de élite llamando a la puerta de Buendía Estudios en busca de su serie?
Para nosotros la mayor satisfacción es la del deber cumplido, no haber decepcionado a las partes implicadas: la Policía, los instructores, los aspirantes o un cliente como Amazon. Si encima le pones el broche -que no puedes asegurar a nadie, pero que se ha dado- de la audiencia y de la acogida tan positiva… es el círculo perfecto. La gente ha valorado muy positivamente tanto el trabajo de los GEO como la calidad de la serie.
Es un proyecto de una complejidad enorme. Gestionar la institución, los protagonistas, el proceso técnico que rodea es tener muchos palillos dando vueltas a la vez y es muy complicado. Ha salido muy bien gracias a la implicación de todo el equipo que estaba involucrado estaba muy responsabilizado. No olvidemos que hemos tenido una pandemia por el medio.
Habéis logrado una gran repercusión mediática. No sé si habéis tenido datos de visualizaciones de Amazon…
El primer impacto lo tienes siempre a través de las Redes Sociales, pero ya hemos saltado esa barrera y es algo que está en las conversaciones de la gente hasta el punto de que se generan gifs y memes… cuando se convierte en un fenómeno de este tipo es cuando tienes la sensación de que hemos hecho algo grande. Todos los medios “serios” han dedicado tiempo a la serie.
En cuanto a Amazon, ninguna plataforma comparte datos de visualizaciones, pero sabemos que el resultado ha sido muy positivo, que ha sido la serie más vista en tres semanas y que lejos de decaer, sigue manteniendo una curva de consumo muy estable, lo que nos dice que el boca a boca sigue funcionando.
Es verdad, ¿llegó a estar en riesgo la serie por el confinamiento o los momentos más complicados de la pandemia de Covid-19?
Sí, como estaba en riesgo la vida de este país en aquel momento. Nadie sabía a lo que nos enfrentábamos. Tuvimos que trabajar muy de la mano de la Dirección General de la Policía y de Amazon para generar unos protocolos muy estrictos que garantizaran la seguridad de los aspirantes, de los instructores y de todo el equipo y en unos momentos en los que había más incertidumbres que certezas. Pero hubo una gran responsabilidad e implicación, el GEO se recluyó en un burbuja y nosotros con ellos.
«Es un lujo formar parte de algo tan relevante, espectacular y exclusivo»
El productor ejecutivo no es el más famoso en la televisión, porque siempre está detrás, pero lo cierto es que Jorge Pérez Vega se ha hecho un nombre imprescindible y habitual en programas top de televisión, como Pasapalabra o en documentales muy innovadores en deporte, como los de Fernando Torres o Carolina Marín, también para Amazon. De hecho, creo que tu formación como periodista hace que tus historias tengan un sello narrativo diferente, independientemente de quién sea director. ¿Este es el trabajo más satisfactorio de tu carrera profesional?
Como profesional, poder contar una historia de este calibre es un lujo. A mí me encanta mi trabajo y disfruto con cualquier proyecto, grande o pequeño. Para mí lo importante es que al final tenga el sello que le queremos dar, el mío pero también el de Buendía Estudios, que no es una productora cualquiera, sino una a la que le encanta contar historias relevantes y gracias a eso nos permitimos arriesgar. Pero es verdad que con GEO dices qué alegría haber podido formar parte de alto tan relevante, tan espectacular, tan exclusivo.
Ya rompiste moldes con los documentales sobre Carolina Marín y Fernando Torres. ¿Qué te dejaron esos trabajos?
El gran premio que tiene esto es que permite compartir tiempo con gente a la que admiras y tiene unas historias maravillosas. A veces los protagonistas no las valoran, pero cuando las estrenas y ven la repercusión se dan cuenta de su propia dimensión. Es un privilegio del que disfruto enormemente pudiendo contar esas historias.
En el caso de Fernando nos enfrentamos a una trayectoria de 18 años de un deportista y eso es una responsabilidad. En el caso de Carolina descubrimos a una deportista ante el peor momento de su carrera, una lesión que le genera todas las dudas que puede tener a posteriori un deportista de élite: ¿volveré a ser la misma? ¿volveré a ganar? ¿quedaré bien? Sí te reconozco que mi formación como periodista me permite plantearme qué tipo de preguntas se puede hacer el espectador y a las que me gustaría que diéramos respuesta con el documental.
Pero luego al final la magia surge de que la gente te permita contar las historias. Carolina podía haber dicho lo último que quiero es que me retratéis en el peor momento de mi vida cuando vengo de ganarlo todo. Sin embargo, nos permitió enseñar al público la otra cara del deportista de élite: la cara del sacrifico, de la duda, de pensar si las cosas van a volver a ser como antes… Esas son las preguntas que se hace también el espectador. O si el oro justifica todo…
En el caso de Fernando, él reflexiona sobre muchas partes de su vida profesional y decisiones que si tuviera que tomar ahora quizás no lo hubiera hecho, porque pusieron en riesgo su carrera deportiva.
También estás en la puesta en marcha y supervisión de magazines en ETB, Canal Extramadura y Canal Nou… Lo de la crisis de la televisión no va contigo…
Este es un negocio de tener mucha pasión y a mí me encanta lo que hago. Tenemos un formato de actualidad y tú Mar sabes lo que es enfrentarte a la actualidad diaria. Ser capaz de reaccionar en tiempo y forma y de manera rigurosa es un reto. Tenemos equipos estupendos al frente de los formatos y lo que hemos hecho es darles el soporte para generar el marco de trabajo en el que luego caminen solos. Me dedico ya fundamentalmente a ir a chequear y confirmar que seguimos trabajando en la línea que abrimos.
La apuesta de Pasapalabra en pandemia Covid
En el caso de Pasapalabra tuvimos la fortuna de ponerla en marcha en plena pandemia, que ahora se nos olvida, pero cuando empezamos a llamar a la gente había 800 o 900 muertos diarios. Lo que nos movía y convencía a la gente a participar es que más que nunca necesitábamos entretenimientos. Se necesitaban momentos sin pensar en el número de muertos, contagios, si habrá o no vacuna, cuándo podré juntarme con la familia… Nos sentíamos todos responsables, con una labor de servicio público a través de un concurso de preguntas y respuestas, pero que ha acompañado a mucha gente en momentos difíciles gracias a un presentador maravilloso (Roberto Leal), a una cadena que apostó ciegamente por hacerlo (A3) y a un equipo humano que, con miedo, se implicó (Buendía Estudios). Yo salí de mi casa, atravesé la autovía A42 y no me crucé con nadie, aquello parecía Walking Dead.
¿Tienes pensado tu próximo reto?
Sí y no te lo voy a contar. Si tenemos la suerte de que los proyectos cuajen, siguen teniendo el sello de nuestra productora, porque son relevantes, exclusivos y van a provocar un ¡guau!; la gente dirá: ¡No me lo puedo creer!
¿Documentales, series…?
Varias ideas documéntales que son maravillosas y otros de entrenamiento.
¿En qué formato te sientes más cómodo o disfrutas más?
Todo lo que tiene que ver con actualidad o el documental me gusta más, porque me permite sacar esa vertiente periodística mía de alguien que se cuestiona las cosas permanentemente, que se hace muchas preguntas y que me apetece responder. Soy curioso y preguntón hasta resultar pesado y que me digan ¡vale ya! Jamás nos ponemos límites.
Jorge Pérez Vega, un toledano en las entrañas del mítico «Pasapalabra»