domingo, 24 de noviembre de 2024
28/09/2013junio 12th, 2017

«Pero es que estaba yendo al trabajo, estas cosas no se pueden creer», ha dicho Juan Fernández, compañero de trabajo de R.R.M., el hombre de 49 años fallecido ayer viernes en la A-42, a la entrada de Toledo, cuando se dirigía a su lugar de trabajo en el barrio del Polígono tras chocar su vehículo con otro que circulaba en sentido contrario conducido por S.L.A., un joven, presunto kamikaze, detenido tras dar positivo por alcohol tras el siniestro.

En medio de un ambiente de consternación, al mediodía de hoy sábado ha sido enterrado R.R.M., quien falleció ayer viernes por la mañana en el accidente de la A-42, provocado por un joven que circulaba en sentido contrario, de 24 años.


Casi un centenar de personas han acudido a su entierro en el Cementerio de Toledo, donde a las 11:45 horas se ha ofrecido una misa oficiada por el sacerdote Daniel Palomo, de la iglesia El Buen Pastor. El sepelio lo ha encabezado la madre del fallecido, quien junto con sus otros tres hermanos estaban evidentemente afectados.

El cariño hacia el fallecido es mucho, ya que desde ayer unas 50 personas han acudido a pedir información sobre su entierro.

«La madre está devastada por el dolor, ahora se encuentra bajo medicación. Le han recetado pastillas para que pueda sobrellevar la situación, ya que ahora está como dormida», ha dicho Ezequiel Fournier, encargado del cementerio y a la vez vecino de los familiares.

El encargado dijo que la víctima del accidente vivía con su madre en un domicilio del barrio de Palomarejos y estaba soltero. «Era una persona muy querida y conocida», apuntó.

«Es una pena, una tragedia. Uno no se puede esperar que a una persona sana le ocurra algo así», añadió.

Los familiares han escoltado la carroza fúnebre con el semblante desencajado; también han asistido al sepelio compañeros de trabajo del fallecido, quienes señalaron que no podían creer lo sucedido.

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