El novio toledano que se casó en La Palma un día antes del rugido
Por ejemplo, la de Rodrigo Díaz, natural de la ciudad de Toledo, quien se casó el sábado 18 de septiembre en La Palma y un día después el volcán entró en erupción. Nos contó, igual que cuatro de sus mejores amigos (Álvaro, Diego, Ignacio y Roberto), también toledanos, cómo vivió el día después, cuando estaba comiendo en una casa rural prácticamente al lado del volcán… «Impresiona escuchar cómo fueron esos primeros minutos, como algo gigante moviéndose que no sabíamos qué era…», nos contó.
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Kiko, el frutero que se planteó cómo ayudar a La Palma
También estuvo curiosa la iniciativa solidaria que descubrimos en el barrio de Santa Bárbara, en Toledo, con Kiko, o Francisco López-Rey Guerra, el frutero que desde el primer momento se planteó ayudar a los plataneros de allá…
Por lo que decidió que de cada kilo de plátano de Canarias vendido en su tienda en octubre, 0,50 céntimos irían destinados al municipio de Los Llanos.
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La clientela respondió muy bien a la iniciativa de Kiko, que lleva trabajando en este pequeño comercio 20 años y tiene unos compradores, damos fe de ello, muy fieles.
La prueba de la buena acogida es que muchas personas «han querido dar donativos para ingresarlos en la cuenta» destinada a esta ayuda y otras «han comprado esta fruta, sin ser consumidores habituales, únicamente por ayudar».
Lo puedes leer aquí: «La entrañable iniciativa de un frutero para ayudar desde Toledo a los plataneros de La Palma».
Olor a azufre, retirada de ceniza y abrazos conquenses para quienes lo perdían todo
Ana Belén Galarzo y Victoria Bermejo son psicólogas y voluntarias de la ERIE psicosocial de Cruz Roja en Cuenca. Y a ellas también el rugir del volcán les interrumpía el sueño a medianoche, olieron el azufre, retiraron ceniza y abrazaron a todas aquellas personas que en esos momentos sabían o predecían que iban a perderlo todo.
Victoria atendió a vecinos de La Palma que estaban desalojados o que habían perdido sus viviendas. Estuvo en la isla del 25 al 2 de noviembre; Ana Belén, sin embargo, se encargó de dar apoyo psicosocial a las personas trabajadoras de la zona como bomberos y forestales, que además de estar viviendo la catástrofe en primera persona, también eran palmeros y sufrieron el desalojo de sus familiares o la pérdida de terrenos. Estuvo en la isla desde el día 15 hasta el 23 de noviembre.
La solidaridad en momentos que se la necesita…
Lo puedes leer aquí: «Dos voluntarias conquenses en La Palma: «Todo el mundo allí está viviendo un duelo».
¡Viva la solidaridad!
Iniciativas a las que hay que sumar las que llevaron a cabo el Colegio de Médicos de Toledo, los alumnos de un colegio de Seseña (Toledo), Koker y Lydia Lozano con el lanzamiento de un vestido especial, un carrera en un colegio de la capital regional, una gala benéfica organizada por la Universidad de Castilla-La Mancha, visitas turísticas…
Y es que durante varios meses todos fuimos un poco «palmeros»… ¡Viva la solidaridad!