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viernes, 22 de noviembre de 2024
Carmen Fátima confiando su testimonio a Ana Isabel Albares días previos a su despedida.Una captura recogida del documental "El Adiós de Fátima" que se emitirá esta noche en la televisión Castilla-La Mancha Media
PRIMERA MUJER QUE PRACTICA LA EUTANASIA EN CLM - 12 enero 2022 - Cuenca

Lo tenía todo planeado, porque Carmen Fátima, muy segura, pensaba que estaba muerta en vida. «Ahora mismo mi cuerpo es una cárcel y no quiero seguir viviendo así», son las palabras que la protagonista de esta historia utilizaba para contárselo a la única periodista que ha podido recoger su testimonio, Ana Isabel Albares, presentadora de la televisión de Castilla La Mancha Media.

Tras conocer el fallecimiento de Carmen Fátima esta misma mañana, el equipo de encastillalamancha.es ha querido conversar con la periodista. No como protagonista, sino como fuente fidedigna de la primera persona que se acoge bajo los preceptos de la Ley de la eutanasia en nuestra región. Albares insiste: «no soy la portavoz de la familia. La protagonista de esta historia es Carmen Fátima». Ella solo se ha limitado a recoger una historia con un valor humano incalculable y así mostrarlo al mundo, «hacer mi trabajo» asegura.


Lo tenía todo planeado

Y de repente un día, a finales de noviembre, la periodista se enfrenta a una de las videollamadas más duras de su vida. Era Carmen Fátima para contarle que había solicitado la eutanasia y que quería relatarlo en un medio de comunicación. Tenía que ser bajo el mando de Ana Isabel, «porque la conozco desde niña y a ella le interesaba también alguien que conociera su caso», asegura Albares, natural también de Tribaldos, como la protagonista.

«Ella pone unas condiciones: que la entrevista no se emita hasta que ella no esté, que la quiere ver antes y que no se lo cuente a nadie», confirma la presentadora. El deseo de la protagonista era planificar los últimos días de su muerte y decidir de quién quería despedirse y cómo, por eso, era tan importante mantener la confidencialidad.

Y así, con discreción, un equipo de la televisión autonómica se desplazó hasta Cuenca capital para charlar con la protagonista en su casa, «la conversación me resultó bastante dura y a ella le vi bastante convencida, muy firme y con una gran determinación». De hecho, en el adelanto del reportaje que se emitirá íntegro esta noche en CMM, Carmen Fátima, asegura risueña que no se lo ha dicho a sus amigos de profesión porque le quitarían la idea de la cabeza.

Sufría una de las 7.000 enfermedades raras que existen en el mundo 

Las enfermedades raras son patologías poco frecuentes que afectan a un gran número de personas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen cerca de 7.000 enfermedades raras que padece el 7% de la población mundial. La conquense nació con una enfermedad poco frecuente, una distonía generalizada que le producía movimientos involuntarios y tensión en los músculos.

«Cuando era niña, en la infancia, la enfermedad no le impedía moverse, desplazarse. Se ayudaba de una pequeña muleta o del brazo de su madre. Ella pudo hacer una vida normal dentro de sus limitaciones. Salía, viajaba, estudiaba…», así lo asegura Ana Isabel Albares que compartió niñez con esta mujer, a la que ella califica como «luchadora».

Carmen Fátima procedía de una familia humilde y según asegura la periodista, «tenía una inteligencia por encima de la media». Estudiante y tenaz, consiguió licenciarse en Psicopedagogía en la Universidad Pontificia de Comillas. Estudió fuera de su entorno familiar desde los cinco años, algo que «le hizo forjarse un carácter muy independiente. Siempre ha sido, y así se califica, muy cabezota. Cuando algo se le mete en la cabeza va a por ello y eso puede ser lo que le haya llevado a tomar esta decisión».

Pero la enfermedad se convirtió en una pesadilla 

La distonía generalizada que padecía fue empeorando con el paso de los años, «ya no podía salir de casa, dormía en el sofá sentada, tenía unas fracturas inoperables porque al tener los músculos tensionados por su enfermedad le saltarían los puntos. Tenía complicaciones en los huesos, cervicales, piernas... Le producían unos dolores insoportables que solo se paliaban con una fuerte medicación. Esto son argumentos de la protagonista», insiste Albares.

Su mano derecha siempre ha sido su pareja, con él ha compartido las 24 horas del día y con él ha dormido en el sofá cada noche hasta el final de sus días. Su pareja siempre estuvo ahí, hasta el último momento, «no sé quien ha ayudado a quién, si Fátima a su marido o su marido a ella» dice Ana Isabel.

La decisión definitiva

La Ley de Eutanasia en España permite a los solicitantes parar el proceso en cualquier momento sin valorar el punto en el que se encuentra. Por eso, la periodista no sabía si el reportaje se emitiría alguna vez, hasta que recibió otra llamada de Carmen Fátima el día 23 de diciembre. Ese día, a la protagonista le llegó su regalo de Navidad, le habían autorizado la eutanasia.

«Ella estaba feliz, me tuvo que consolar a mi. Yo tenía que editar un vídeo sabiendo que ella ya no iba a estar, es muy duro». Nos contaba, prudente, Ana Isabel que hasta ese día siempre tuvo la sensación o la interrogación de que todavía se podía echar atrás, porque la ley lo contempla.

«Es lo más duro que he hecho en mi vida», mismas palabras que también comparte Dorian Sanz, uno de los dos operadores de cámara junto a Alfonso Pérez, que filmó cada detalle del adiós de Carmen Fátima en su casa de la capital conquense. «Lo volvería a hacer, he cumplido con mi deber profesional. La vida te pone en estas circunstancias» asegura Ana Isabel Albares.

La profesional no quiere valorar las declaraciones de Carmen Fátima. Tan solo, dice, las ha recogido y expuesto, «a uno les parecerá una lección de vida a otros un contrasentido con el concepto mismo de la vida. Mi objetivo ha sido transmitirlo».

«Ponte en mi lugar, ¿si te quedaras como yo, tú qué harías?

Esa es la pregunta que le lanza la protagonista de esta historia a la periodista, que hoy reconoce que no sabría qué decidir, «es que hay que estar en su lugar, es muy difícil» asegura.

Y tú, lector, ¿qué harías?… Desde que se legalizó la eutanasia en nuestro país se han registrado alrededor de 50 solicitudes, algunas han sido aceptadas y otras no, pues es un proceso arduo por el que el paciente tiene que pasar, con una duración aproximada de 40 días. Un tema que todavía causa interés y debate en la población.

Por más controversia que haya, hay una cosa segura, dicho por ella misma, «me iré y seré feliz, porque me voy de un cuerpo que no me deja ser lo que soy”, esa es una de las últimas reflexiones que Carmen Fátima García Castejón confiesa postrada en el sofá de su casa y frente a su paisana y amiga Ana Isabel Albares.

Esta noche, esta estremecedora historia se podrá ver íntegra en Castilla-La Mancha Media, a las diez y cuarto, en un Especial En Profundidad bajo el título «El adiós de Fátima».

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