El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, ha visitado hoy en el Hospital de Toledo a la familia del guardia civil herido el sábado en un atraco en Yuncos (Toledo), a la que ha trasladado «todo el apoyo» a la espera de la evolución del herido, que se encuentra en la UCI.
El director general de la Guardia Civil ha acudido al Hospital Virgen de la Salud de Toledo acompañado por el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador; el director adjunto Operativo de la Guardia Civil, Cándido Cardiel; y el jefe de la zona de la Guardia Civil en Castilla-La Mancha, Alfredo González, entre otros.
Durante alrededor de media hora, Arsenio Fernández de Mesa ha estado reunido con la familia del guardia civil herido y con la jefa de servicio de la UVI, la doctora María Ángeles Arrese.
A su salida del centro hospitalario, el director general de la Guardia Civil ha dicho a los periodistas que hay que esperar la evolución del herido para que los médicos valoren qué decisiones toman.
«Ha sido una herida muy grave y, aunque parece que su vida no corre peligro, todavía los médicos tienen que esperar a que salga del coma inducido en que se encuentra para valorar toda la situación y ver qué decisiones toman», ha indicado.
Arsenio Fernández de Mesa ha dicho que ha trasladado a la familia «todo el apoyo y todo lo que necesiten» y ha asegurado que el guardia civil herido está «en las mejores manos desde el punto de vista médico, con los mejores intensivistas en la UVI, con los mejores neurocirujanos y con los mejores médicos cardiovasculares».
DOS VÉRTEBRAS DAÑADAS
El guardia civil recibió un disparo de bala en el cuello que le salió por el costado y le ha destrozado dos vértebras, la T-1 y la T-2.
El agente, que está en la UVI, recibe respiración asistida al tener afectado un pulmón por las esquirlas del disparo, aunque su vida no corre peligro.
Antes de presentar un curso sobre Violencia de Género, el delegado del Gobierno, Jesús Labrador, ha tenido un recuerdo cariñoso para el agente y su familia y ha deseado una pronta recuperación del herido en acto de servicio, todo un ejemplo de trabajo y entrega a los demás, ha dicho.
La sociedad, ha añadido Labrador, está en deuda con cada uno de los agentes, que trabajan en condiciones difíciles, sin el reconocimiento, a veces, que se debería.
Respecto a los atracadores, el delegado del gobierno se ha limitado a decir que se sigue investigando para dar con el paradero de los asaltantes.
El suceso ocurrió sobre las 21:20 horas en el aparcamiento de un supermercado de Yuncos cuando los agentes iban a detener a los atracadores y uno de los guardias civiles recibió el impacto con una pistola, tras lo cual huyeron a cara descubierta en un Seat Toledo que había robado previamente en la localidad madrileña de Ciempozuelos.