Vanessa Viega no para. No solo de correr, algo normal en ella, sino de participar en la promoción del deporte; en esta ocasión, cómo no, del femenino.
Y es que esta atleta gallega pero toledana de adopción respondió a la llamada de una empresa que fomenta el deporte femenino para que expusiera su «caso» dando una conferencia. Es muy conocida la historia de Vanessa: cómo en un momento dado renunció al atletismo por la maternidad y sobre todo cómo, tras esta, está dando lo mejor de su ser competitivo.
Como colofón a esta voluntad de alentar a la mujer en el deporte, Vanessa se ha unido a Nuria Fernández y a Kathrine Switzer para apoyar la celebración del primer maratón femenino, el ‘261 Women’s Marathon’, que se disputará en Mallorca el próximo 30 de marzo.
Vanessa Veiga coincidió en la conferencia con otros dos «casos» de pundonor femenino muy significativos: Nuria Fernández, que acaba de ser madre, y la mítica Kathrine Switzer, la primera atleta que corrió un maratón, el de Boston en 1967, cuando las mujeres lo tenían vetado, y cuya lucha sirvió a partir de entonces para que las féminas pudiesen correr maratones (en 1972) y esta misma prueba en unos Juegos Olímpicos, en Los Ángeles 1984.
Fruto de este empeño de promoción del deporte femenino y para homenajear la gesta de Switzer es la organización del primera maratón femenino que se celebra en Europa (hay otros cinco en el resto del mundo): será el próximo 30 de marzo en Palma de Mallorca, y la carrera ya se llama ‘261 Women’s Marathon, en alusión al célebre dorsal que portó Switzer en Boston.
Vanessa Veiga apoyá la celebración de este carrera. Es posible que no la corra, pues para esa fecha quiere correr en otra cita, pero le dará su aliento en todo caso con su presencia. «Todo lo que sea combatir por el machismo», proclama una atleta que afirma que «muchas veces somos nosotros mismos los que nos ponemos los límites».
Lo que más llama la atención de la conversación con Veiga es el relato que ella misma hace de la gesta de Kathrine Switzer. Cómo se inscribió con iniciales, cómo a los cuatro o cinco kilómetros el juez se dio cuenta de que era una mujer, la gran cantidad de medios que recogieron la gesta, cómo uno de los organizadores saltó del camión intentando apartarla de la prueba, cómo ella se negó y siguió corriendo, corriendo, hasta el final…
Veiga está en todo lo que sea promoción del deporte y defensa de los derechos de la mujer a través de aquel, que es lo suyo. «La mujer tiene mayor resistencia al dolor que el hombre, y más resistencia también», recuerda. Como para que «ellas» no pudiesen correr el maratón…
Por último, la ganadora del último Maratón de Madrid termina de preparar su próxima cita maratoniana: Valencia, el 17 de noviembre. Para lo cual ella, tan gallega que nunca termina por acostumbrarse al calor residual de otoño, le desafía.
Porque la vida es un reto continuo, y máxime en Vanessa, que es «pura vida», como se dice en Costa Rica.