Si algo le eriza la piel a un conquense es su Semana Santa. La semana grande de reencuentros y momentos en familia y amigos. Todavía se siente la nostalgia de los años 2020 y 2021 que por la crisis sanitaria no se pudo celebrar, sin embargo, el sentimiento siempre estuvo. De hecho, los balcones se llenaron de motivos semana santeros durante esos días.
Muchos, aún recuerdan con alegría el sonido de las turbas que con esperanza resonaron por las calles principales de la capital. Un sonido sincronizado, pero que sin embargo nunca estuvo ensayado. Cientos de conquenses se ataviaron y salieron a sus balcones con sus clarines y trompetas para endulzar esos duros momentos y por supuesto, para conmemorar la Semana Santa conquense declarada de Interés Turístico Internacional.
Este año sí: Semana Santa conquense 2022
Era una noticia que se estaba esperando y ansiando y sí, habrá Semana Santa conquense 2022. Después de dos años sin celebrarse, la Junta de Cofradías decidió hace ya un año realizar un spot oficial y no tuvieron dudas, eligieron a Javier Cófreces para que lo creara, «fue un momento de quedarme en shock y de asumir una gran responsabilidad. Fue un grado de satisfacción y otro de mucha responsabilidad», asegura el productor audiovisual.
En esta creación han trabajado intensamente 12 personas entre guionistas, director de fotografía, maquilladora, vestuario y banda sonora y todas han sido de Cuenca. El nexo que ha unido esta emotiva historia ha sido el sonido de las turbas, algo que Cofreces tuvo claro desde el primer momento, «la idea del golpe con el sonido de las turbas, era una idea que yo tenía muy metida. Sabía que tenía que ser el nexo de la historia».
Un trabajo específico de cuatro meses donde se perfeccionó el guion, se buscaron localizaciones y actores y se grabó. Para presentarlo el día 4 de febrero, el día que este spot revolucionó todo Cuenca.
«Ha sido la producción más potente» que ha realizado J. Cofreces
Cómo elevar el sentimiento nazareno conquense a la enésima potencia en un spot sin ser de Cuenca, eso ha tenido que hacer Javier Cofreces, más conocido como Javi Cofrex. Madrileño sí, pero viviendo en Cuenca desde hace dos décadas, «haber grabado prácticamente todos los años, ha hecho que poco a poco se fuera introduciendo en mi el sentimiento conquense nazareno. Muchas horas de calle, de procesiones, de personas, de momentos y esos momentos, sin darme cuenta, se han instaurado en mi y lo que hago en el vídeo es sacarlo a relucir».
Cuenta que ha sido «sin lugar a dudas» la producción más potente, creativa, trabajada y «más top» que ha llevado a cabo Cofrex. «Lo más potente que he hecho nunca, transgresor, innovador […] ha sido la producción más intensa y grande que he podido hacer hasta ahora».
Dedicado a todas las personas que se han ido durante la pandemia
Asegura que no es un guion cerrado, porque tenía claro que quería expresar sentimientos, ideas que no estuvieran cerradas, para que todo el mundo lo entendiera y sintiera según sus vivencias y experiencias, «y creo que lo hemos conseguido». Lo que sí estaba cerrado y tenía claro era «la dedicatoria a todas las personas que nos han dejado durante la pandemia».
«Ha sido un pelotazo. Todo el mundo por la calle me ha dicho que le ha encantado el vídeo, muchas se han emocionado y lo más curioso, a gente que no sigue la Semana Santa, les ha encantado». A partir de este 2022, a Javi le encantaría que todos los años un artista hiciera un trabajo diferente y se vendiera este spot «al nivel y a la altura que se merece, generar la misma expectación que se genera en diciembre con el tradicional anuncio navideño».
Un vídeo fruto de muchos años de trabajo
La creatividad de Javier Cofreces no es cuestionable, pero las cosas nunca vienen solas. «No es más que el fruto de muchos años de trabajo, de innovación, de pensar que no está todo inventado y que se pueden conseguir grandes cosas», es la esencia del productor audiovisual que con tan solo 12 años encontró una videocámara en su casa y empezó a enredar con ella. Se dio cuenta que con su inocencia, sensibilidad y objetivo podía plasmar la vida a su antojo.