«Desestimado G.
Nos ponemos en contacto contigo una vez más para aclarar ciertas cuestiones, en primer lugar decirte que los peperos de Pulgar nunca ganaréis unas elecciones, así que dejaros de cartas porque no sirven para nada… (…).
Te seré sincero, la única persona que puede causarnos problemas eres tú, lo hemos hablado en más de una reunión, sabemos que eres inteligente y preparado, pero tranquilo, que no te vamos a dejar ni respirar… (…).
Tengo que terminar que me quedo sin folio, pues eso chaval, que déjate de historias por tu bien, usa tu inteligencia en otras cosas, porque en esto ni respirar te vamos a dejar.
Y si no, siempre nos quedará usar la fuerza, contigo no hombre pero sí con tu fabriquita».
Lo que acaban de leer es una parte de la segunda y última carta que recibió el pasado 27 de septiembre un joven de 17 años, G.E., militante de Nuevas Generaciones del PP y vecino de Pulgar (Toledo), y que acabará en los Tribunales de Justicia puesto que sus padres ya lo han denunciado ante la Guardia Civil, tal y como confirmó él mismo a encastillalamancha.es.
«La vi cuando abrí el buzón y en Pulgar no es la primera vez que ocurre. Pensé, cuando comencé a leerla, que iba a ser algo político, pero…». Lo que no esperaba es que hiciera alusiones a familiares e incluso le amenazaran con utilizar la fuerza «con tu fabriquita», el negocio de sus padres.
LA DENUNCIA QUE PRESENTARÁN TRES CONCEJALES DE PULGAR Y UNO DE NOEZ
No acaba ahí la historia, puesto que por el mismo motivo tenían previsto denunciar tanto Elisa Villarrubia, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Pulgar y presidenta de la Junta Local de los «populares» en la localidad toledana; como otros dos concejales más y un cuarto de un pueblo cercano, Noez. Todos ellos se reconocen también en la citada carta, de una u otra forma, y no de forma muy cariñosa precisamente.
Denuncias individuales que confirmó a este periódico la propia Villarrubia, «porque no es el primer escrito anónimo que recibe G., además de los seis o siete más que hemos recibido los concejales. Y te puedo asegurar que nos dicen auténticas barbaridades».
¿Quiénes son los autores? De momento no tienen pruebas y no pueden acusar a nadie, pero a lo que sí están dispuestos es a llegar hasta el final y acabar con unas prácticas que ya se prolongan demasiado en el tiempo y que no facilitan la convivencia vecinal en la propia localidad.