«Conocemos las recetas del PSOE, las medidas que utilizaron en el pasado y que arruinaron a Castilla-La Mancha; y ahora quieren seguir friendo a impuestos a los castellanomanchegos».
De esta forma contestaba en rueda de prensa a los periodistas la diputada regional del PP Carolina Agudo al ser preguntada por las 125 enmiendas que minutos antes había anunciado el PSOE a través de su portavoz en las Cortes, José Luis Martínez Guijarro.
E incidía, además, en el éxito de la Feria de Artesanía de Castilla-La Mancha, Farcama, sobre la que el PSOE ha puesto en duda las cifras de la consejera de Empleo y Economía, Carmen Casero, al afirmar que las comparaciones que ha realizado no cuadran con las que dio otros años. Para Agudo, Farcama «ha sido un éxito, y si no que se lo pregunten a los artesanos».
Previamente, se había centrado en Emiliano García-Page, secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, de quien dijo que ayer «se rodeó de los responsables de los ERE de Andalucía para tratar de impedir la reducción de diputados en Castilla-La Mancha. Page quiere más diputados y Cospedal quiere menos. El PSOE se queda al margen de lo que piensan muchos ciudadanos de la región, dándoles la espalda como acostumbra».
A partir de ahí, ha afirmado sobre el líder socialista lo siguiente: «Page se ve más flojo y asustadizo, es un gallito cuando no tiene a nadie delante, pero se asusta cuando tiene a Rubalcaba delante. El PSOE es como una vaca sin cencerro y sólo están a lo que les interesa a ellos, mientras Cospedal está con la gente, con los pueblos. Porque Page engaña y miente, todo lo que toca lo destroza y así lo demostró cuando fue vicepresidente del Gobierno del PSOE de CLM».
Ha insistido en los calificativos añadiendo que «Page es la nada, las dudas, un político tibio e inseguro, un postureo político que necesita vivir de la política porque sin la política estaría en el paro. Es un pobre hombre que no se entera de nada, la vacuidad intelectual. Sus principios nos recuerdan a Groucho Marx, quien decía que estos son mis principios y, si no le gustan, tengo otros. Pasa por su partido sin pena ni gloria».