Hace 17 años, el deportista más importante que ha dado Albacete, Andrés Iniesta, se marchaba de su Fuentealbilla natal con solo 12 primaveras para probar suerte en uno de los mejores equipos del mundo, el Fútbol Club Barcelona, y hoy regresa a su casa convertido en el orgullo de una provincia que puede alardear de que el autor del gol que dio a la selección española su única Copa del Mundo es albaceteño.
Iniesta vuelve a jugar en el estadio Carlos Belmonte, donde disputa sus partidos el Albacete Balompié -club del que es su máximo accionista- y en el que, casualidades del destino, debutó como internacional absoluto con la selección española de la mano de Luis Aragonés cuando contaba con tan solo 22 años, en un encuentro amistoso entre España y Rusia que acabó con empate a cero goles.
Su llegada a Albacete puso de manifiesto el orgullo de una provincia que no paró de vitorear su nombre en la estación de trenes de la ciudad y en el entrenamiento de la Selección, que congregó a más de 12.000 personas en el Carlos Belmonte y del que se quedaron fuera alrededor de 3.000 aficionados que deseaban ver a su ídolo.
La alcaldesa de la ciudad, Carmen Bayod, considera que Iniesta es «el mejor embajador de Albacete» y un claro ejemplo de lo que es «presumir de ser albaceteño con humildad y sencillez», valores que también aprecia el consejero de Educación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Marcial Marín, quien recalcaba que el internacional albaceteño es «un gran ejemplo para todos los escolares».
Iniesta recibe todos estos halagos con «humildad» y con mucha «felicidad», como confiesa su tío, que también se llama Andrés Iniesta y que subraya que está «muy contento» por volver a su casa, pues el jugador del Barcelona «es feliz solo teniendo a su familia cerca y sintiendo tanto cariño de la gente», afirma.
Por último, su tío reconoce que para su familia es un «orgullo» contar con un familiar así: «Porque yo siempre digo que Andrés Iniesta es de todos», concluye.