sábado, 23 de noviembre de 2024
Adelanto de la Entrevista Irreverente al cocinero Adolfo Muñoz 17/10/2013junio 12th, 2017

«Existen las minifaldas y los pantalones campana. ¿Por qué hay que elegir entre la nueva cocina y la tradicional?». Ahí le tienen, con la cabeza dentro de esa tapadera de cristal y la sonrisa permanente, ese relaciones públicas que también es cocinero, ¿o fue cocinero antes que relaciones públicas?, que responde al nombre de Adolfo Muñoz y que hace años consiguió situarse entre la flor y nata de los chefs españoles, que hasta el mismísimo Julio Iglesias, ¡hey!, quiso cenar con él cuando vino a cantar a Toledo hace ya unos cuantos años y que ha dado de comer a to quisqui, Reyes y Príncipes incluidos…

Pues atención, porque éste es el adelanto de la Entrevista Irreverente de encastillalamancha.es, que publicaremos, íntegra, mañana viernes, y en el que también les puedo decir que si cambiamos de tercio nos situamos en ese avión que hacía un trayecto del que ni siquiera él se acuerda, que de repente les vino a la cabeza que tenían que… ¡¡¡Y allí mismo!!! Sí señor… La pasión puede ser también celestial. Hablamos de practicar sexo en lugar raro. Y por cierto, también lo hizo en un escenario frío, frío, frío… ¡Muy frío! ¿Averiguan dónde?


Cuando las ganas de comer aprietan… ¡Vaya crack! Un cocinero del universo. Ja, ja, ja…

Le gustaría haber cocinado para El Greco y si tuviera que elegir un lugar para degustar un buen pescado elegiría… Atención que hace años le ofrecieron ser presidente de la Federación Empresarial Toledana (Fedeto) pero acabó diciendo que no porque ya había dejado sus buenos años en la Asociación de Hostelería y los fogones eran su pasión…

Ahhh… Y de su mujer, Julita, dice entre sonrisas que «me tiene frito». ¿Por qué? «¡¡¡Coño, que todavía tengo pasión por ella!!! ¡¡¡Y menuda pasión!!!

Si mañana tuviera que sobrevivir, no tendría ninguna duda a la hora de elegir entre hacer un desnudo integral en una revista, posar para un calendario tipo Pirelli o atender un teléfono erótico. ¡Vamos, que no se corta ni un pelo a la hora de responder!

Ya en serio, venga, que Adolfo todavía recuerda ese primer día que tuvo que pelar nada más y nada menos que 40 kilos de gambas, las verduras que salían de la huerta de su padre, agricultor, o cuando su madre poco menos que le medio echaba de la cocina y le decía: «No comas que luego no vas a comer».

Oiga, señor cocinero y recientemente galardonado con el Premio Nacional de Hostelería, ¿y usted qué piensa de Chicote?

Mañana, en la Entrevista Irreverente de encastillalamancha.es.

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