El suicido ya se ha convertido en la principal causa de muerte no natural entre los jóvenes y registra su cifra más alta, con 3.941 fallecidos en 2020, un 7,4% más que en 2019, lo que se traduce, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en una media diaria de 11 personas.
«Las muertes por suicidio superan a los accidentes de tráfico, sin embargo, vemos campañas de prevención de accidentes o de maltrato, pero nadie habla sobre el suicidio, está tapado, en silencio, y hay muchas muertes por esta causa», lamenta Pilar Martínez, presidenta de Talitha.
«Es necesario que hablemos del suicidio…»
Ante esta situación, el Ayuntamiento de Albacete ha decidido impulsar, a petición de las asociaciones, la Mesa de Prevención del Suicidio, para poner el foco en un problema que «está ahí, existe, y que como no se previene es desde el silencio», según explicó el alcalde, Emilio Sáez, durante la inauguración de las XI Jornadas Sociales sobre Elaboración del Duelo organizadas por la Asociación de Ayuda en el Proceso de Duelo.
«Es necesario que hablemos del suicidio, que nos apoyemos en profesionales y que lo afrontemos, no desde una posición morbosa o cargada de culpa, sino ayudados por profesionales que nos digan qué podemos hacer para prevenir estas muertes evitables y que, en caso de no poder hacerlo, ayudemos a los familiares para poder afrontarlas», señaló Sáez.
Aprender a escuchar y acompañar
En este sentido, desde Talitha inciden en la importancia, no solo de hablar del suicidio, sino de cómo hablar de él. «Algo nos pasa como sociedad para no poder hablar del suicidio y que las personas que tienen una ideación suicida y autolesiva lo lleven en secreto», por ello destacan la necesidad de reeducarnos y aprender a escuchar y acompañar.
«Cuando alguien cercano te dice que se quiere morir, lo primero que nos sale es quitarle eso de la cabeza o llevarle corriendo a tratamiento, hay que dejarle que cuente lo que ocurre, preguntarle qué necesita, cómo está, darle espacio y ver de qué manera podemos ayudarle», añade.
Normalizar la muerte desde la infancia
Para esto es muy importante, según Martínez, «enfrentarnos a nuestros propios miedos» y hablar de la muerte desde la infancia.
«Yo siempre digo que no hay que decirle a un niño que el abuelo se ha ido, porque va a estar esperando a que vuelva y puede pensar que si no regresa es porque no le quiere. Cuando son pequeños no entienden que la muerte es para siempre, pero es un término que se tiene que ir nombrando para que lo puedan ir comprendiendo y afrontar así nuestros propios miedos».
Ahora, con esta medida, esperan que la salud mental y el suicidio deje de ser un tema tabú y se empiece a tratar con normalidad, para que la gente pueda pedir ayuda sin sentir vergüenza o culpabilidad y se consiga reducir el número de muertes por esta causa.