A partir de la semana del 28 de octubre se empezará a recoger el azafrán en Castilla-La Mancha. Las previsiones son buenas porque las condiciones climatológicas de este año así lo han sido. Un año en el que se espera que aumente la producción debido a la incorporación de nuevos agricultores que se han interesado por este cultivo. La gran lucha, el fraude que parece que va desapareciendo. Su gran atractivo, la alta rentabilidad que ofrece.
El presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Azafrán de la Mancha, Antonio García no se cansa de destacar las bondades del azafrán. El principal atractivo para el agricultor (unos 470 en Castilla-La Mancha) es su alta rentabilidad; para el consumidor, la gran calidad que tiene; para Castilla-La Mancha, el prestigio que tiene fuera de España al exportarse el 95 por 100 de lo que se produce…
Un atractivo poco explotado aún, porque «de los 82.000 kilos que exporta España, solo se producen en el país 1.500 kilos, los de Castilla-La Mancha y unos 10 ó 20 kilos de Aragón». Entonces, ¿de dónde salen el resto, unos 80.500 kilos? Antonio lo tiene claro, «se trae azafrán de Irán, mucho más económico, y se vende como español y al precio del español, es decir, se importa por unos 800 dólares -600 euros- el kilo y se revende por unos 2.000 euros el kilo».
Ésa es su lucha desde hace años, a la que solo pueden plantar cara con el etiquetado del producto. De hecho, confían en que el año que viene gane peso el azafrán castellanomanchego porque las normas a la hora de etiquetar se endurecen. «Se está controlando más, se está erradicando y persiguiendo el fraude».
BUENAS PREVISIONES Y MÁS AGRICULTORES
Faltan unos días para empezar la recolección, pero las previsiones son buenas gracias principalmente a las lluvias de marzo, abril y octubre. De hecho, se espera que se supere la producción del año pasado que rondó los 1.500 kilos.
Más producción porque hay más agricultores, tendencia que se mantiene también este año. En este sentido, este año ha aumentado la superficie de producción en unas seis hectáreas y están pendientes de inscribirse otras cinco de nuevos agricultores.
La gente joven de entre 18 y 20 años así como aquellos que están en el paro (porque se dedicaban principalmente a la construcción) han decidido mirar hacia el azafrán, un cultivo con el que se amortiza e incluso se duplica la destacada inversión inicial que hay que realizar.
El Consejo Regulador está pagando en la actualidad 3.000 euros por kilo de azafrán que exportan a todo el mundo: Estados Unidos, Asia, Australia… países donde el oro rojo de CLM goza de un gran prestigio.