Tener una banda ya se ha convertido en casi un acto de fe. Veintiuno son cuatro músicos que dieron sus primeros pasos en Toledo: Diego, Yago, Pepe y Rafa. Después de casi 10 años tocando juntos han recibido el Premio Odeón a Mejor Artista Revelación Rock, un galardón que ha fortalecido su propia esencia, «seguir siendo una banda». Su camino ha estado plagado de realidad.
Su primer disco lo sacaron a la calle a través de un crowfunding (Nada Parecido, 2015), en el segundo se arruinaron (Gourmet, 2018) y en el tercero (Corazonada, 2021) les pilló la pandemia y les obligó a retrasarlo. Ahora, su nombre figura en buena parte de los grandes festivales de España.
Esa realidad que está en nuestras cabezas…
Las letras de Veintiuno se caracterizan por contar esa realidad que está en nuestras cabezas y que no ha sido tan explotada. Han hablado de problemas mentales y «han bailado la pena». Acaban de sacar La Ruina, el primer adelanto de lo que será su próximo disco. Ellos lo tienen claro: «La ruina a medias es menos ruina». Encastillalamancha.es habla con Diego (voz, guitarra y piano) y con Yago (bajo).
Veintiuno tiene las raíces en Toledo, habéis crecido musicalmente en los bares de la ciudad, ¿qué recordáis de la escena que os vio crecer como grupo?
Diego: En Toledo, la mayoría de bandas intentan moverse y lo más cercano es Madrid. Nada más llegar, te das cuenta que hay una barrera muy difícil de salvar cuando vienes de Toledo. Se nos tacha de provincianos. Al final, parece que era peor lo que nos encontramos en Madrid que lo que teníamos en casa.
Yago: Recuerdo los locales de ensayo en Toledo y cómo nos íbamos luego a tomar algo al casco. Antes, todo giraba en torno a bandas y colectivos. Nos mezclábamos todos. Era el día a día. No sé si ahora ha cambiado, pero creo que no hay tantas bandas de gente muy joven. Hay mucha gente de Nambroca, Mocejón, Azucaica que debido a la pandemia han decidido meter los instrumentos en casa y ensayar ahí. Quizás se ha perdido un poco de ese colectivo local.
«Hay pocas esperanzas para las bandas»
¿Pero, ahora hay menos bandas?
D: Hay pocas esperanzas para las bandas. Justo cuando empezábamos íbamos al local porque había una escena que juntaba a muchos adolescentes que queríamos tocar. Si hay menos gente que tenga ganas de tocar con amigos y más ganas de hacerlo en casa creo que tiene que ver con que estamos en un momento donde la industria musical parece mandar el mensaje de que solo te va a ir mejor. Creo que es una equivocación porque solo vemos los casos de éxito. Es la trampa de la imagen de éxito.
Entonces es más dificl ser una banda hoy que hace diez años?
D: Sí
¿Por qué?
D: Por la cadena industrial. Trabajar con un solista atomiza los procesos. Una banda tiene que firmar de conformidad una serie de cosas. Hay que ponerse de acuerdo. Nosotros lo debatimos todo y yo soy feliz porque toco con mis amigos.
Un nombre propio es más fácil de vender que cuatro caras. Parece que todo lo hace una persona. No digo que sea mejor ni peor, pero es signo de los tiempos. Por eso reivindico la figura de la banda. Ahora pertenecemos a una clase que está destinada a desaparecer. Sí creo que hay una parte artesanal de la musica que se ha perdido por solo mostrar nombres propios. Si miras la lista de lo más viral, verás muchos nombres pero tambien se ha multiplicado el número de compositores que hay detrás de cada canción.
Y: Yo lo resumo en que también es más barato. Nosotros cogemos una furgo, la llenamos de instrumentos y tenemos que reservar un alojamiento para cuatro. Entiendo que es mucho más barato hacerlo para uno solo. Obviamente se ha democratizado la música pero se ha empobrecido. Todo tiene sus pros y sus contras.
«Nuestra identidad será la misma porque está hecha por nosotros»
Hay ejemplos de otros artistas que dependen de ellos mismos. Montan su propio equipo y distribuyen su música. Zahara (compositora, cantante y autoproducida) se lo monta ella sola,¿no?
D: Ahí es justo a lo que me refiero. Desgraciadamente, lo que hace Zahara es mucho más de lo que hace Dua Lipa. Pero, por cómo trabaja la industria eso nunca se va a poner de manifiesto. Para mí, algo muy bonito del proceso colectivo es que nuestra identidad será la misma porque está hecha por nosotros, desde que empezamos hasta que acabamos las canciones.
¿Qué es el éxito para Veintiuno?
D: Mi mayor alegría no es por los números que estamos teniendo, sino por poder estar juntos.
Y: Decidir todo juntos, si hay que tomar alguna decision más díficil, lo sometemos todo a debate.
D: Sí, hay un acto de fe que es ir a gananciales y a pérdidas. Sabemos que pase lo que pase, responderemos a ello juntos. Yo no creo que fuera feliz haciendo todo esto sin ellos.
La Ruinita from el salón de tu casa. pic.twitter.com/wsucox6nm8
— VEINTIUNO (@veintiuno_music) March 20, 2022
«Cuando nos llamaron las discográficas…»
Quería remontarme a los inicios. Empezáis con vuestro primer disco, Nada Parecido (2015) sacándolo con un crowfunding. Y luego en 2018 ficháis por Warner, una de las grandes discográficas
Y: Gourmet (2018) lo grabamos en Barcelona poniendo pasta de nuestro bolsillo, nos arruinamos y despues intentamos tirar pa arriba. Ese disco lo escucharon en Warner y nos llamaron. Fue bastante natural (risas)
¿Perdisteis mucho dinero sacando Gourmet?
D: Sí, sí, sí y tardamos año y medio en recuperarlo (ríen ambos)
Y: Todas las carreras que han querido pegar un salto han pasado por esa fase de arruinarse porque parece que es la única manera de llegar.
D: De hecho, nadie creía que Gourmet fuese a ir cómo fue.
¿Cuánto de industria y cuánto de realidad hay en los engranajes detrás de bambalinas?
Y: Para mí, algo bastante positivo es que cuando nos llamaron las discográficas ya teníamos unos números que habíamos conseguido nosotros, con nuestras fugonetas, con nuestra pasta… Eso te da una fuerza para poder seguir haciendo lo que nosotros queríamos. Warner apostó por nosotros y querían sacarnos el último disco. El mito de que llega una discográfica y te cambia el look, la cara… A día de hoy no funciona así (risas). Ahora, con todos los medios de autoedición, los sellos vienen si les gusta lo que haces.
«La pandemia nos mandó a la mierda…»
Corazonada (2021) fue el primer disco que sacáis con Warner. Para mí, es vuestro disco de consolidación como banda, de decir «Hola, somos Veintiuno y venimos a quedarnos»
D: Nosotros lo íbamos a sacar en abril de 2020 y tardó un año más en salir. Eso fue muy jodido por muchas cosas que pasaron. La pandemia nos mandó a la mierda. El disco estaba pensado para el directo. Ese año y medio que debíamos estar girando, lo hemos pasado en casa por la pandemia. Y de pronto, es un disco que tiene millones de escuchas. No tiene sentido que nos pongamos a pensar que habría sido Corazonada en una situación normal.
Ademas, porque con ese año de retaso pudistéis meter dos canciones más en el disco
Y: Sí. Sacamos una canción el 6 de marzo y a la semana siguiente encerrados en casa (risas). El disco iba a salir en abril y el retraso lo alargó hasta las 14 canciones que tiene. No es un doble disco pero esta ahí ahí. Fue algo bastante bueno. Warner creía que teníamos suficiente material para ir sacando singles y retrasar la salida del disco completo. Desvelo y Nudes solo existen porque tuvimos más tiempo.
Acabáis de sacar un nuevo single, La Ruina, en el que decís que la «ruina a medias es menos ruina». ¿Hay un sentimiento de pesimismo enraizado en el grupo?
D: Todo cobrará sentido más adelante, pero todo está en la ruina. Contarte más es hacer un spoiler (risas).
«Nos dicen que hacemos canciones para bailar la pena»
¿Entonces sois pesimistas o no?
Y: Una de las cosas que más nos dice la gente, y que es cierto, es que hacemos canciones para bailar la pena. Dopamina es un tema bailable, pero si te lees la letra, es una letra jodida. Nos gusta mucho disfrazar de algo festivo un problema con el que cualquiera se puede identificar. La Ruina es un poco eso. ¿Me quedaría en bancarrota por seguir viviendo de esto esto? Sí. Es como un sentimiento alegre y triste al mismo tiempo, continuamente. Cuando conseguimos parar un segundo y mirar lo que hemos hecho… Es una locura pero es una historia que nos enorgullece.
D: Las cosas que pueden salir mal es más probable que salgan mal. Lo que tiene sentido es el camino, es lo que cobra sentido en La Ruina. El mensaje es que lo importante no es solo qué hacer, sino con quién lo estás haciendo y cómo lo estás haciendo. Ahora hemos ganado un premio muy importante, el Premio Odeón a Artista Revelación Rock. Yo con lo que me quedo no es con el premio, sino que lo pienso y hace 10 años estaba hablando con cuatro colegas sobre subirnos a un escenario y ahora recogemos el premio nosotros cuatro. Eso es lo que me llevo.
«Los cuatro locos que conocían la banda cuando teníamos 100 oyentes en Spotify…»
Una de vuestras características es la cercanía con la gente que os sigue. Os mojáis en vuestras redes y eso no es tan habitual para quién está tan expuesto al odio de la red
D. Yo lo comparo con un bar. De repente el bar sale en Tik Tok y se llena. Ahí puedes pensar dos cosas: pensar que eres la hostia o pensar que hay una gente que antes te permitió llegar hasta ahí manteniendo el bar abierto hasta que se ha llenado. El discurso de «Lo hice por mí mismo…» Algo habrá de ti, pero tambien habrá sido porque antes había 50 personas que nos apoyaron lo suficiente para llegar hasta aquí. Nosotros sentimos que le debemos eso a la gente que ha estado con nosotros, sobre todo a los cuatro locos que conocían a la banda cuando teníamos cien oyentes en Spotify.
Y: Si vendiésemos algo que no somos se agotaría en el tiempo. Yo no puedo vender una vida que no llevo. Nos gusta contar nuestros días de puta madre pero es que tambien tenemos días de puta pena. Esas cosas son reales y las contamos. Si vendemos una imagen falsa es más facil que nos absorba el personaje.
Y vuestros haters. ¿Como lo lleváis?
Y: Hay un poco de todo. Es normal. Las redes lo han democratizado todo. En el momento en que subes una canción a YouTube tienes que estar abierto a que los usuarios te pongan un comentario de «sois una puta mierda» o «no sé por qué existís». Son cosas que nos dicen a nostoros. Tienes que ser consciente de ello. La verdad que en nuestro caso no lo llevamos mal. Hemos tenido que luchar con la crítica de la gente que nos quiere y eso nos ha ayudado a afrontar las críticas de la red.
D: Es la importancia que le quieras dar. El discuro que dimos en los premios Odeón se ha viralizado y ha dado lugar a un montón de comentarios increíbles y a muchos otros de gente que te quiere joder el día. Yo me lo paso super bien, no porque me duelan los comentarios, sino porque ya llevamos tanto encima que una crítica en las redes… No sabes la cantidad de gente que nos ha dicho que no le gustaba lo que hacíamos, ¡y nos lo ha dicho a la cara! (risas).
Y la conexión se cortó…