Quién lo iba a decir. Quién se lo iba a decir. Quién nos lo iba decir a todos los españolitos que ese imberbe jugador con toda la pinta de niño iba a marcar el gol de nuestras vidas, que iba a llegar a ser el mejor jugador de Europa, que iba a estar en la terna del Balón de Oro…
Un tal José Ramón de la Morena empezó a hablar de él cuando solo era un chaval. Un tal Andrés Montes nos recordaba que la vida puede ser maravillosa al son de uno de sus sones, «sweet» Iniesta…
Menudo bagaje, el de quien además es usuario habitual de las redes sociales y sobre el que ya ha pasado más de una década, 11 años para ser exactos, desde que debutara con el Barça, su Barça. Porque este ilustre castellano-manchego que ha hecho famosa en el mundo entero la simpar villa de Fuentealbilla se recuerda, nos recuerda, que un 29 de octubre de 2002 debutó con su equipo culé nada menos que en la Liga de Campeones contra el conjunto belga del Brujas, en tierras centroeuropeas.
Brujas, haberlas, las hubo, las bienhadadas de un mago del balón, tan genial que fue capaz de hacer tan felices, en la patria de Nelson Mandela, a millones de seguidores, entre ellos a todos los madridistas. Que ni David Copperfield, vamos.
Es un tal Andrés Iniesta, que escribe en su cuenta de twitter:
«Hace 11 años que cumplí el sueño de debutar con el primer equipo del Barça. ¡Gracias a todos los que confiaron en mí!».