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29/10/2013junio 12th, 2017

Una pequeña firma artesanal de Albacete explora las posibilidades de negocio de países emergentes como China y Rusia para sus bombones elaborados con vinos con marchamo de calidad de La Mancha, Rioja, Málaga o Jerez.

Así lo explica a Efeagro el director gerente de la compañía familiar La Casita de los Bombones, José Manuel Cuenca, quien apunta a la «innovación» como puntal de este negocio que busca una mayor internacionalización para depender menos del mercado español, donde recalan el 80 % de sus ventas.


Tras llegar con pequeñas cantidades a Canadá, Países Bajos, Italia, EEUU, Reino Unido o Suecia, desde «La Casita de los Bombones» han comprobado el interés de posibles clientes de China y, especialmente Rusia, donde «se pueden hacer cosas» ante «una demanda creciente» para productos gourmet de alta calidad.

«No nos cerramos a vender en cualquier destino, porque tenemos que diversificar nuestros mercados», apostilla el director gerente, quien apunta que muchos de estos contactos internacionales se producen en ferias como Alimentaria o Salón de Gourmets.

Ha recordado que la idea de introducir vino en los bombones en vez del tradicional licor fue una idea que partió de su padre y de él mismo, lo que les ha convertido en un referente en innovación agroalimentaria y permitido diferenciarse de la competencia.

Cuenca explica que analizaron distintas posibilidades de maridaje entre diferentes tipos de chocolate y hasta con 15 tipos de vino de España y Portugal, antes de decidirse por el portafolio final.

Aunque su producto «estrella» son los bombones «quesicos» de la Mancha -que contienen queso manchego, miel de romero y vino tinto crianza de la DO La Mancha, tres de los productos agroalimentarios más representativos de esa comunidad-, han evolucionado también con otras propuestas novedosas como los bombones «de bodega».

Se trata de dulces en forma de tonel rellenos de crema, elaborada con vino tinto crianza DO Rioja y chocolate negro; con vino dulce Pedro Ximénez de la DO Málaga y chocolate con leche; o con vino seco fino de la DO Jerez recubiertos de chocolate blanco.

Propuestas que se han hecho un hueco -apunta- en tiendas especializadas en productos gourmet, pastelerías, restaurantes, hoteles o firmas de catering y que también se comercializan «on line» por parte de esta compañía manchega, que iniciaba su actividad hace apenas ocho años.

La innovación de producto, el cuidado de los formatos y el esmero en los diseños de etiquetas y packaging son las claves para esta fábrica bombonera artesanal.

Tras consolidar en el mercado productos como los bombones «capricho del mediterráneo» -con sabores de turrón, horchata, azafrán, piñones, pistacho y uva-, ya trabajan en futuras creaciones rompedoras, como un surtido de bombones «sin azúcar», añade.

Sobre la situación de mercado en España, reconoce que la crisis ha afectado a los pedidos de clientes tradicionales, aunque logran compensarlos con otros nuevos de Castilla-La Mancha, Madrid, Cataluña o Levante, según argumenta el director gerente.

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