«En Castilla-La Mancha había barra libre para los libros de texto. No se podían subrayar… Y en Europa se echan las manos a la cabeza». Son palabras del consejero de Educación de Castilla-La Mancha, Marcial Marín, quien el domingo intervino en el programa «Parlamento», de Radio Castilla-La Mancha, que dirige y presenta Óscar Castellanos. Una entrevista en la que también intervinieron los periodistas Jesús Espadas, coeditor de «Las Noticias de las 2» en Castilla-La Mancha Televisión; y César del Río, redactor jefe de encastillalamancha.es y de la revista ECOS.
El consejero hizo un amplio repaso de lo que habían sido los meses en los que había ejercido su cargo y concluyó con un rotundo «esto es como el bambú japonés, que hay que darle tiempo, porque esta materia (en referencia a la Educación) no es apta para impacientes». A este respecto hizo una crítica velada a determinados sindicatos, «hay una parte de la sociedad que no se ha dado cuenta de la situación en la que estamos».
Habló de fracaso escolar y aclaró que en la actualidad las cifras son terribles: «De cada 100 alumnos que empiezan, 33 abandonan en Castilla-La Mancha». De ahí que incidiera en que hay que cortar de raíz esa situación. Recalcó que no habrá oposiciones para maestros en 2012 en la comunidad autónoma porque al no haberlas en las regiones limítrofes «nos podemos encontrar 100.000 opositores para 90 plazas». Y que a partir de ahora cambiarán las normas, «porque lo que no puede ser es que algunos sacan un 10 en el examen y al final no tienen ni plaza», en referencia a aquellos que sacan menos nota pero que al final sí consiguen una plaza debito a «otros» puntos que suman en la nota final por méritos que no son del examen opositor en sí.
Respecto a los 30.250 ordenadores que el Gobierno de José María Barreda «ni pagó ni regaló», tal y como dijo en su día en encastillalamancha.es, Marín fue muy claro en «Parlamento»: «Se tiraba el dinero a un pozo por unos ordenadores que luego había que devolver. Igual que las pizarras digitales, que muchas de ellas se encuentran guardadas en cajas en los sótanos de los colegios».