Las facultativas agredidas el pasado 1 de noviembre en el servicio de Urgencias del Hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina han sido retiradas de esa unidad durante unos días para evitar incidentes ante las nuevas amenazas que han recibido por parte de sus agresores.
Así lo ha asegurado hoy el jefe de la unidad de Urgencias, el doctor Ricardo Juárez, a preguntas de los periodistas tras la concentración que el personal del Hospital de Talavera ha llevado a cabo para rechazar estos actos de violencia.
El pasado día 1, un grupo de personas de una familia agredió a dos doctoras del centro hospitalario y a otros trabajadores del hospital en medio de una pela en la que llegaron a sacar armas blancas y en la que una doctora resultó herida.
Según el doctor Juárez, en la tarde de ayer varios de los agresores volvieron a presentarse en el servicio de Urgencias preguntando cómo se llamaban las doctoras que habían atendido a su madre, con el objetivo de amedrentarlas para que retiraran la denuncia presentada contra ellos.
En este sentido, ha afirmado que se mantienen las denuncias interpuestas por parte del Hospital, del Sescam y del Colegio Oficial de Médicos de Toledo aunque, según ha indicado el jefe de la unidad, uno de los afectados la ha retirado.
En total, fueron cinco los trabajadores del Hospital víctimas de agresiones verbales o físicas por parte de un grupo de personas de etnia gitana, profesionales que, a juicio del doctor Juárez, «se sienten humillados».
El jefe de la unidad ha explicado que en el servicio de urgencias de todos los hospitales de España suele haber mucha tensión y algunas agresiones verbales que se pasan por encima, pero en esta ocasión «se ha llegado a límites que no son normales».
En su opinión, «fue una agresión premeditada y organizada», porque la paciente había sido dada de alta y dos horas después su familia y acompañantes volvieron al Hospital para provocar el altercado.
El doctor Juárez ha relatado que «el personal sanitario, administrativo y de seguridad intentó evitar la agresión y se vio inmerso en una gran pelea donde los agresores esgrimieron armas blancas».
«Se vivieron momentos de gran tensión», ha destacado, «porque había más de 60 pacientes en el servicio de Urgencias y hubo que sacar a los niños por la puerta de atrás».
Por todo ello, ha indicado, «el personal del Hospital se ha mostrado decidido a tomar medidas encaminadas a mejorar su protección y la de los usuarios para que no vuelvan a repetirse circunstancias de esta índole».
Asimismo, reclaman a las autoridades que actúen para evitar este tipo de «actos inaceptables» que, según el jefe del servicio, «no deben ocurrir en ningún sitio, pero menos en una institución sanitaria pública donde nos dedicamos a cuidar de los nuestros».
CONCENTRACIÓN DE RECHAZO A LA VIOLENCIA
Profesionales del Hospital de Talavera se han concentrado a las puertas de este centro para mostrar su rechazo contra la violencia en el ámbito sanitario. La protesta se ha producido después de que el lunes el Sindicato de Médicos de Castilla-La Mancha (CESM) denunciase la agresión a dos facultativas y los insultos que tuvieron que soportar trabajadores del servicio de Urgencias el pasado 1 de noviembre. No se han hecho esperar las voces del sindicato que piden más seguridad en los edificios sanitarios.