La situación en la central sindical ugetista es bastante dura. Apenas se había superado la quiebra que se encontraron hace apenas una década, cuando la dirección del sindicato en Castilla-La Mancha, encabezada por Carlos Pedrosa como secretario general, se ha visto obligada a aprobar los presupuestos más restrictivos de su actual mandato.
El Comité Regional de UGT, reunido el viernes 27 en Ciudad Real, tuvo que dar luz verde a unas cuentas que este año prevén recortar otros 190.000 euros más al gasto corriente de la organización, lo que supone dar de baja líneas de teléfono y ADSL, además de reducir el número de días que se limpian las oficinas.
También ha llegado la aprobación del ERTE presentado por UGT a la Junta. El Expediente de Regulación Temporal de Empleo afecta a medio centenar de trabajadores de la organización, que se irán al paro durante dos meses y en turnos rotatorios, lo que obliga al sindicato a trabajar con el 50 por 100 de sus recursos humanos.
De hecho, algunos de los miembros de la Ejecutiva regional han tenido que incorporarse a su plaza y se ha prescindido de todo el personal salvo los servicios jurídicos, que atienden los asuntos laborales de los afiliados; los que intervienen en las elecciones sindicales y una persona por sede provincial para que se encargue de atender el día a día, abrir correo, coger el teléfono…
En las federaciones sectoriales la situación es algo mejor, pero la estructura regional ha quedado completamente dañada por los retrasos de pagos en convenios con administraciones públicas y la supresión de la mayoría de los acuerdos con la Junta.
Excepcionalidad e incertidumbre son las palabras que emplean los representantes del sindicato para valorar la situación que ha provocado que el presupuesto para 2012 sea un 40 por 100 menor que el del año anterior, que a su vez había recortado en un 20 por 100 el de 2010.