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Villarrobledo se vuelve a cubrir de la magia del Viña - 02 mayo 2022 - Villarrobledo

El Viña Rock, un lugar donde un vigilante de seguridad te puede saludar una vez en gallego, la siguiente en euskera y otra en catalán sin que a nadie le parezca extraño. Un lugar en el que años después se sigue buscando a Antonio. Un lugar en el que conviven con buen rollo personas de absolutamente todos los puntos geográficos del país. Un lugar donde reencontrarse con la música después de tres años sin uno de los grandes pilares que la mantienen en pie: la magia de los directos multitudinarios.

El Viña Rock es un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quieren olvidarse los más de 60.000 viñarockeros (240.000 asistentes entre todas las jornadas del evento) que han celebrado la vuelta la normalidad de los festivales.


Tres años después casi todo sigue igual

Y es que el Viña Rock por fin pudo celebrar sus 25. Tres años le ha costado al festival de Villarrobledo (Albacete) poder hacerlo. Tres años en los que parece que todo ha cambiado, aunque todo se ha quedado como estaba. Menos el «antiviña», que ni está ni se le espera.

Los vecinos siguen haciendo el agosto con las duchas de agua caliente o vendiendo comida y bebida. Los pogos siguen siendo los reyes de los conciertos. Las reivindicaciones desde los escenarios siguen siendo la tónica con la música como gran protagonista, el vehículo que conecta a artistas, fans y mensajes.

El tiempo también fue el clásico del Viña Rock porque, qué sería del Viña sin la lluvia, aunque este año ha respetado bastante y solo llovió el jueves por la mañana. El resto de días se pudo disfrutar con temperaturas agradables.

Algunas cosas sí son distintas en el festival. Como la tecnología Cashless para recargar las pulseras, abandonando los míticos tokens, al igual que el precio en las barras, de cuyo encarecimiento se quejaron muchos viñarockeros.

 

Una bocanada de aire fresco para la música

Los últimos dos años han sido muy difíciles para muchos de los que hacen posible que haya este tipo de eventos. Tanto para artistas, como para promotores y trabajadores relacionados con el mundo de la música la pandemia ha afectado especialmente. Muchos en este tiempo se han tenido que replantear su futuro y este Viña Rock 2022 ha servido como reencuentro.

Por ello todos los grupos tuvieron palabras de agradecimiento a los que han estado apoyando durante la pandemia y se mostraron muy ilusionados por poder ponerse delante del público del Viña. Muchos de los artistas también se acordaron en sus actuaciones de los registros de la Guardia Civil, porque esto tampoco ha cambiado en la edición de 2022.

SFDK y Kase.O coinciden el jueves

El jueves abría el festival con un cartel plagado de grandes nombres como los Porretas, El Drogas, Mägo de Oz y Talco. Para los aficionados del rap fue un día complicado, porque se tenían que desdoblar. Kase.O y SFDK coincidían, algo que indignó a muchos, pero que desde la organización dijeron en rueda de prensa que podría seguir pasando otros años, puesto que son muchos los artistas van al festival. Además, se intenta que no haya una gran aglomeración en el escenario Madrid Salvaje, donde son los conciertos de rap, ya que este tiene unas dimensiones más pequeñas que los escenarios principales y de ahí que llevaran a Kase.O a esa parte con más espacio.

Viernes «de festi» al «ruido»

El viernes fue el día de comenzar «de festi» con Trashtucada, continuar «sin política y sin dios» de la mano de Kaótico, pasar por el «vicio» de Reincidentes, visitar a los «héroes del sábado» en La M.O.D.A., llevando en volandas a Pepo, el cantante de Desakato, ir a «celebrarlo» con Lágrimas de Sangre y terminar diciendo «cómo me pone el ruido» con Los de Marras.

 

Los Lendakaris y el himno de la URSS

El sábado era el último día del festival y los viñarockeros echaban el resto para disfrutar de los últimos conciertos. Después de los pogos salvajes con Kaos Urbano, poner un punto más tranquilo y emotivo con Ciudad Jara, de Pablo, de La Raíz, se fue encendiendo el fuego con ZOO. Los aficionados al grupo valenciano, fieles a su estilo, prendieron las bengalas y la noche comenzó a entonar.

Llegó el momento de los irreverentes Lendakaris Muertos. El grupo punk, a los que no se les resiste nada y cuyas letras van cargadas de burlas y sorna a todo lo que se os ocurra, pusieron el himno de la URSS justo en este momento tan sensible con la invasión a Ucrania. ¿La respuesta del público? Pues más allá de algunos nostálgicos que lo aclamaron, lo cierto es que para la mayoría no le dio mayor importancia.

Cierre con Boikot

El cierre de este año fue cosa de Boikot. Siendo de los más reivindicativos del festival, reclamaron que no hubiese refugiados de primera y de segunda, recordando que a sirios o afganos no se ha acogido de la misma manera que los ucranianos. En cuanto al plano musical, Boikot volvió a ser lo que es siempre: una de las grandes estrellas de los festivales de este tipo y que con mayor intensidad viven los asistentes.

Y así se terminó el Viña Rock 2022, que ha dejado un impacto económico en la zona de 22 millones de euros, ha generado cerca de 5.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos y ya conoce cuándo se celebrará la edición de 2023. Entre el 28 y el 30 de abril los viñarockeros tendrán una nueva cita en Villarrobledo.

Vuelta a la «normalidad» en Villarrobledo: 240.000 visitantes en el Viña Rock 2022, 5.000 empleos, 22 millones…

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