Siete operaciones matemáticas y 45 segundos para resolverlas, así es el reto diario que propone el albaceteño David Oliveros, un ingeniero informático aficionado al programa «Saber y ganar» que, siguiendo el formato de «Wordle», el juego de adivinar la palabra del día que se hizo viral en Internet, ha creado ahora esta prueba de «calculadora humana».
Solo se puede jugar una vez al día y el resultado se puede compartir en redes sociales. Cuenta con tres niveles de dificultad; bronce, plata y oro, y se sube o baja de nivel según se vayan superando los retos.
Como explica su creador, los números se originan de manera aleatoria a través de un algoritmo que genera las secuencias de operaciones, aunque en ocasiones tiene que modificarlos para ajustar la dificultad. «Hay gente que ha participado en Saber y ganar y me avisó, me dijo que hay veces que son demasiado complicadas, entonces algunos retos los meto yo directamente».
Memes para amenizar los cálculos
Una prueba que, además, cuenta con un toque de humor manchego para hacer las matemáticas más atractivas. «Hay gente a la que se le de mal, entonces pongo de manera previa al reto algún meme, una vez puse al rey Juan Carlos I pidiendo perdón porque el reto anterior había sido complicado, en San Valentín tocó el meme de El Señor de los Anillos con Sam va lentín, en La Mancha al final somos muy de estas tonterías», bromea.
El juego, que comenzó como un hobby para David para practicar el cálculo mental, disciplina que, confiesa, no es su especialidad, y al que ya entran más de 1.000 usuarios al día, ya ha recibido peticiones para hacer versiones adaptadas a niños. «Muchos profesores de matemáticas, sobre todo de primaria, me han preguntado si crearé algo similar en versión infantil, es una forma de practicar sin cogerle miedo a los números, así que no lo descarto».
Por ahora, David continúa programando sus retos diarios, poniendo a prueba a sus jugadores con sumas, restas, multiplicaciones y divisiones, en números positivos y negativos, añadiendo alguna que otra trampa, cambiando el teclado numérico por el sistema binario.