La Torre del Al-Hizán, el espacio recuperado por el Consorcio de Toledo, nos permite contemplar y transitar en tres plantas el lienzo de la muralla árabe del siglo X y se convierte ahora en un nuevo espacio de exhibición, encuentro y promoción de la creatividad local.
El edificio está ubicado en la calle Armas número 8 y se encuentra en el principal acceso del Casco Histórico de Toledo, a un paso de la plaza de Zocodover.
¿Cómo se puede ver la Torre del Al-Hizán?
Se puede visitar dentro de las rutas ‘Patrimonio Desconocido’ del Consorcio, que arrancaron en 2004 y muestran ese ‘otro Toledo’ que se sale del circuito convencional. En concreto, los sábados a las 17 horas con reserva previa en el teléfono 925 253 080.
El inmueble conserva restos de la muralla árabe del siglo X, un fragmento que se adosaba a una de las torres primitivas del recinto amurallado conocido como Al-Hizán, lo que nos permite comprender el sistema defensivo de la ciudad al contemplar las piedras y los sillares de este elemento de defensa.
Espacio para creadores, artesanos y artistas
El Consorcio rehabilitó el edificio y ahora lo abre a la ciudadanía, al tejido social y académico de la ciudad con actividades de difusión patrimonial, así como a creadores, artesanos y artistas como lugar de promoción de sus trabajos.
La obra consistió en la creación de una estructura y escalera que permite recorrer el inmueble en tres plantas. Gracias a un proyecto del arquitecto Manuel Serrano, se ha conseguido hacer transitable este rincón patrimonial convertido en un testimonio histórico de gran valor para conocer más sobre la arquitectura defensiva de Toledo.
Actualmente en él se puede contemplar una muestra promovida junto a la Escuela de Arquitectura. Comprende réplicas de muebles de diseño de creadores de renombre, otros objetos cotidianos y funcionales, así como dibujos y láminas del alumnado, que se convierten en una suerte de exposición y de exhibición del trabajo desarrollado en el aula.
Talleres en el jardín de San Lucas
También jugará un papel dentro del proyecto en colaboración con los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Toledo, nacido con el objetivo común de dar respuesta al impacto emocional de la pandemia. Gracias a esta iniciativa se han desarrollado talleres en el jardín de San Lucas con el objetivo de generar comunidad y utilizar los espacios patrimoniales del Consorcio y la belleza de los mismos con un efecto terapéutico.