Alfonso X fue hijo de Fernando III (conocido como el Santo) y de Beatriz de Suabia, nieta del que había sido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Federico I Barbarroja. Fernando III, quien era a su vez hijo de Alfonso IX de León y de Berenguela de Castilla, unió definitivamente los reinos de Castilla y de León en el año 1230. Fue quien llevó a cabo las grandes conquistas en Andalucía, con la ocupación de las más importantes ciudades: Córdoba (1236), Jaén (1246) y Sevilla (1248), lo que supuso un importante incremento territorial para el reino. El matrimonio tuvo seis hijos, siendo el primogénito el futuro Alfonso X.
Matrimonio con Violante de Aragón y descendencia
Alfonso, siendo aún infante, contrajo matrimonio el 29 de enero de 1249, en Valladolid, con Violante, hija del rey Jaime I de Aragón. Él tenía 28 años y ella 13. Era una manera de reforzar las relaciones entre los dos reinos. De aquel matrimonio nacerían 11 hijos, siendo la primogénita la infanta Berenguela, que no llegó a reinar al ser desplazada por sus hermanos varones. Previamente, Alfonso ya había tenido una hija, Beatriz, con doña Mayor Guillén de Guzmán, que llegaría a ser reina de Portugal. De otras relaciones nacerían Berenguela y Alfonso Fernández, llamado el Niño.
Fotos: la exposición que nos enseña el legado de Alfonso X El Sabio, al detalle
Primeras conquistas y traducciones
En 1243, el infante don Alfonso tuvo que hacerse cargo de las operaciones militares en el sur. Aquel año, estando en Toledo, le llegaron mensajeros del rey de Murcia, Ibn Hud, solicitando ayuda ante los problemas internos que tenía en su reino. En Alcaraz firmaron un tratado que permitió a Alfonso entrar en la ciudad de Murcia a principios de mayo. Al año siguiente se firmaría el tratado de Almizra con Jaime I de Aragón, por el cual ambos reinos, Castilla y Aragón, se repartieron los territorios conquistados a los musulmanes.
La campaña de Murcia siguió en 1245 con la conquista de Cartagena. En 1246 participó en el cerco de Jaén junto con su padre y en 1248 en la conquista de Sevilla. Por entonces ya mostraba interés por el conocimiento de textos escritos en árabe, pues mandó traducir el ‘Calila e Dimna’ (una colección de cuentos) y el ‘Lapidario’.
Alfonso X El Sabio «reconquista» Toledo y Felipe VI admira su tremendo legado