La Federación de Caza de Castilla-La Mancha ha mostrado su indignación por la campaña de inspecciones emprendida por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social a diversas sociedades de cazadores de la región.
Según ha dado a conocer esta federación regional, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social está requiriendo a las sociedades de cazadores la presentación de documentación mercantil de las acciones realizadas por estas entidades, como consecuencia de la organización de batidas o monterías en terrenos cinegéticos.
El presidente de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, Juan de Dios García, ha señalado el «estupor» con el que las sociedades de cazadores de Castilla-La Mancha ha recibido este requerimiento, cuando, ha dicho, «todas las sociedades de cazadores están registradas como clubes deportivos elementales o básicos y no tienen ánimo de lucro».
García ha explicado que así consta en sus estatutos, que fueron aprobados en su día por la Dirección General del Deporte de Castilla-La Mancha y están legalmente inscritos en el registro de clubes deportivos.
El presidente de la Federación ha significado que prácticamente todas las batidas o monterías organizadas por éstas sociedades tienen como destino el autoconsumo de la carne y que en su organización y desarrollo intervienen sus asociados, por lo que no existe actividad mercantil alguna.
García ha recordado que prácticamente todas estas sociedades mantienen puestos de trabajo fijos mediante la contratación de guardas particulares de campo, así como algunos eventuales, con lo que esto supone en las maltrechas economías rurales, por lo que, ha recordado, actuaciones de fiscalización y control como esta «en nada benefician el mantenimiento de éstos puestos de trabajo».
La Federación de Caza de Castilla-La Mancha ha recordado que debe entenderse que estas sociedades de cazadores se componen de cazadores que «tienen un poder adquisitivo moderado o modesto, que cumplen una función social en los pueblos».
Además, ha apuntado que estas sociedades «suponen un elemento importante en el control de poblaciones de animales como es el caso del jabalí, que producen cuantiosos daños materiales a cultivos y bienes, e incluso son los principales causantes de los accidentes de tráfico producidos por fauna silvestre».
Para Juan de Dios García, estas actuaciones suponen «una vuelta de tuerca más» para el colectivo de cazadores sociales que, además de medidas como esta, sufre otras como la excesiva subida de las tasas por matrículas de cotos de caza impuesta por la Junta de Comunidades.
La medida del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, unida a las excesivas tasas que pagan las sociedades, ha comentado Juan de Dios García, «están provocando la más profunda indignación de un colectivo que se siente cada día más perseguido y acosado».