Hasta el 50 por ciento de la superficie de viñedo de alta calidad de la región podría verse dañado si continúan el cambio climático y los fenómenos meteorológicos adversos, como las subidas bruscas de temperatura, las sequías o las heladas, que afectarían especialmente a las variedades tempranas de cencibel (tempranillo) y chardonnay.
Bajan las lluvias y aumentan las sequías
Según el escenario que dibuja el nuevo estudio realizado por COAG sobre los impactos del cambio climático en la agricultura española de cara al horizonte 2050, en Castilla-La Mancha se prevé un descenso del 10 por ciento de las lluvias, con un aumento de las sequías, que pasarían de 57 a 63 días, llegando hasta los 74 días en años extremos.
Esto podría afectar principalmente al potencial de maduración de la uva e incluso al rendimiento de la vid, modificando el comportamiento de plagas y enfermedades que afectan a los cultivos y dando lugar a un aumento de la «conflictividad» por el uso del agua, ya que se incrementaría su demanda para garantizar un rendimiento adecuado.
Actuar ya para frenar el calentamiento
«Actuar hoy de forma urgente con el objetivo de mantener el calentamiento por debajo de los 1.5ºC es más eficiente y menos costoso. La prevención del cambio climático no sólo nos ayudará a proteger nuestra agricultura, ecosistemas y la economía, sino que también evitará que un eterno verano seque nuestra gastronomía, tradiciones e identidad», ha señalado Miguel Padilla, secretario general de la asociación.
Del mismo lado, el autor del estudio, Andoni García, ha demandado herramientas «más eficientes» por parte de las administraciones, así como terminar con los sistemas alimentarios globalizados, que ya suponen más del 30 por ciento de los gases de efecto invernadero que se emiten a la atmósfera.
“La nueva PAC contempla cambios muy importantes, pero pensamos que no tiene suficientes herramientas ni instrumentos de mercado, además, se necesita un presupuesto mayor para todo ese conjunto de políticas”, ha criticado.
Martínez Arroyo pide adaptar los seguros al cambio climático
Por su parte, Francisco Martínez Arroyo, consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, ha reiterado el compromiso de la Junta para seguir luchando contra el cambio climático y ha puesto en valor algunos de los puntos incluidos en la nueva PAC 2023, como el pago verde o la ambición medioambiental en la que, asegura, la región «va por delante», destinando el 58 por ciento de los fondos de desarrollo rural.
Asimismo, el consejero ha destacado la importancia de que agricultores y ganaderos cuenten con un seguro agrario que, por otra parte, debe actualizarse y adaptarse a las nuevas realidades que trae el cambio climático.
«La mayoría de los cultivos en Castilla-La Mancha son producciones a cielo abierto, por lo que el clima influye extraordinariamente en ellos, por eso el sector debe confiar en el sistema de seguros agrarios, el cual seguiremos cofinanciando desde el Gobierno regional«, ha concluido.