El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha vuelto a cargar contra los independentista después de caso de espionaje Pegasus, que ya se ha cobrado su primera «víctima», la directora del CNI, Paz Esteban, que ha sido cesada por el Gobierno de España.
«Tontos tontos no somos, no me refiero al recibo de la luz, a ver si ahora los culpables van a pasar a víctimas», ha subrayado el presidente regional sobre la indignación que ha despertado el caso entre los políticos independentistas, puesto que fueron espiados con el software israelí, entre otros, el presidente de Cataluña, Pere Aragonès.
Un «chantaje ofensivo»
«Hasta ahí podría llegar la cosa», ha continuado Page, quien ha alertado de que la «estabilidad económica, política y todas las medidas que necesita la sociedad» no pueden depender «de la gente menos fiable que hay en la política española».
Por ello ha invitado a «pensar» sobre este escenario, criticando el «chantaje ofensivo y tremendo que veo por ahí».
En contraposición ha querido poner lo que ocurre en Castilla-La Mancha y, en concreto, en la provincia de Ciudad Real, donde hoy ha estado en la inauguración de Fenavin, a la que ha acudido también el Rey de España, Felipe VI.
«Aquí por lo menos hay una ventana de realidad, tenemos muchas cosas de presumir, de vino de queso, de vino de azafrán… de poder decir con claridad que estamos creciendo en todos los sentidos«, ha señalado Page, quien ha destacado «todas las cosas que hacemos en esa provincia tienen meta, están orientadas, sabe lo que se quiere, hay un clima extraordinario entre instituciones, empresarios y sindicatos, la fórmula perfecta».