lunes, 23 de septiembre de 2024
Fueron recibidos por una treintena de familiares 15/11/2013junio 12th, 2017

Los etarras Gonzalo Rodríguez Cordero, Francisco Javier Lujambio Galdeano y Miguel Turrientes Ramírez salieron de la prisión de Herrera de la Mancha, en Ciudad Real, a las 22:05 horas de ayer jueves, por orden de la Audiencia Nacional.

Los presos abandonaron la prisión tras el recuento de las 9 de la noche y fueron recibidos por una treintena de familiares que se fueron congregando a lo largo de la tarde en las puertas de la prisión, a la que llegaron en siete coches y pertrechados de comida y frente a la que se hicieron fotos.


Los tres etarras, que no quisieron hacer declaraciones a los medios de comunicación congregados a la puerta del penal, recorrieron 150 metros empujando un carrillo con todos sus enseres, y a su salida se abrazaron con los familiares que les esperaban, algunos de los cuales portaban banderas pidiendo el acercamiento de los presos a las cárceles al País Vasco.

Los tres excarcelados subieron rápidamente a los coches que les esperaban a la entrada del centro penitenciario y salieron con celeridad de la prisión evitando ser fotografiados por la prensa.

Mientras se ultimaban los preparativos para la excarcelación de los etarras, la madre de Lugambio le dijo a un funcionario: «Ya nos los llevamos, hasta que Dios quiera. Nunca se sabe».

Gonzalo Rodríguez Cordero (San Sebastián, 1945) fue condenado a penas que superan los 2.900 años de cárcel por una veintena de asesinatos: siete civiles, 11 militares y dos policías, por lo que llevaba 20 años encarcelado.

Entre las acciones terroristas en las que participó está la ocurrida en 1992 en la madrileña plaza de la Cruz Verde, donde murieron cuatro militares y un civil.

Fue detenido en 1993 cuando formaba parte de un comando que se encargaba de robar coches para ETA en Guipúzcoa y transportar cargas de explosivos y coches bomba a otras células en toda España.

Formó parte del comando Robacoches o Mangui y se le atribuye la carga del explosivo en el coche utilizado para ese atentado, así como el robo del vehículo que se usó para matar al coronel del Ejército José Martínez Moreno.

Por su parte, Miguel Turrientes Ramírez (Lasarte, 1955) formó parte del comando Haizea desarticulado en 1986 y condenado por, entre otras acciones, el asesinato del guardia civil retirado José Herrero Quílez.

Turrientes fue condenado a penas que suman 55 años de cárcel por el asesinato de un guardia civil en 1985 y llevaba encarcelado 27 años.

Francisco Javier Lujambio Galdeano (Hernani, 1955) integró el comando Adarra que operó en la zona de Hernani y actuó también en Navarra, donde asesinó a dos guardias civiles.

29 años ha permanecido en prisión Lujambio y de no haberle sido aplicada la doctrina Parot hubiera salido de la cárcel en 2008.

Fue detenido en 1984 en Francia donde se encontraba huido desde finales de 1980 y fue el primer miembro de ETA extraditado por las autoridades francesas.

Formó parte de un comando legal denominado Adarra que operaba en la zona de Hernani. Fue condenado a 54 años de cárcel como autor material del asesinato de dos guardias civiles en la localidad navarra de Goizueta.

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