El dinero recaudado en los cepillos de las parroquias de la archidiócesis de Toledo -que verá reducido su presupuesto en más de millón de euros en 2014 y que tiene una deuda con los bancos de 11,6 millones de euros- ha caído un 40 por 100 en los dos últimos años.
Según ha explicado a preguntas de los periodistas el ecónomo de la diócesis de Toledo, Anastasio Gómez Hidalgo, las aportaciones de los fieles a los cepillos de las parroquias cayó un 37 por 100 entre los años 2011 y 2012 y entre 2012 y 2013 se redujo otro 15 por 100, con lo que la merma de lo recaudado está en torno al 40 por 100 entre los años 2011 y 2013.
«Nuestros fieles también están afectados por la crisis como el resto de la sociedad», ha dicho el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, durante la conferencia de prensa en la que han informado de las cuentas del arzobispado en 2012.
En este sentido, el prelado de la diócesis toledana ha explicado que el dinero destinado a los más necesitados de la diócesis a través de organizaciones como Cáritas o Manos Unidas ha aumentado en un 30 por 100 desde que en 2008 comenzó la crisis.
Los ajustes presupuestarios que viene haciendo la archidiócesis de Toledo, que comprende también parte de las provincias de Cáceres y Badajoz, hará que previsiblemente en 2014 se vuelvan a congelar, como ya se ha hecho este año, los sueldos de los más de 500 sacerdotes que tiene la Iglesia en Toledo, aunque los salarios del personal seglar llevan congelados tres años.
Según han explicado, un sacerdote gana en la diócesis toledana un mínimo de 865 euros, aunque algunos pueden llegar a los 1.100 euros mensuales en función del destino y otras tareas que tengan encomendadas, aunque en este grupo no se incluyen los profesores de Religión.
Tal y como está la situación en España, «al menos no están en el paro», ha dicho el arzobispo, quien ha señalado, asimismo, que a todos los sacerdotes «se les invita a aportar lo que deseen» para el sustento del clero y las parroquias que más lo necesiten.
Aunque el presupuesto para 2014 aún no está aprobado, el ecónomo calcula que se reducirá en un millón de euros, la cantidad equivalente a la previsión de reducción de los ingresos y por tanto el presupuesto rondará los 10,5 millones de euros, frente a los 11,7 de este año.
Por lo que respecta al balance económico de la administración diocesana, se han presentado unas «cuentas equilibradas» a pesar de tener un déficit del 0,53 por 100, con una deuda bancaria de 11,6 millones, por lo que al pago de intereses de la deuda se dedican unos 600.000 euros anuales.
Esta deuda se debe -según el ecónomo- a los gastos que se hicieron en 2008 y 2009 para la rehabilitación y construcción de centros asistenciales y de carácter pastoral, aunque para 2014 solo está previsto terminar las obras del colegio Santa Clara de Ocaña, sin que se hayan proyectado otras de importancia.
De los más de 11,6 millones de euros de ingresos que hubo en 2012, el 43,79 por 100 proceden de la asignación tributaria a través de la casilla en la declaración de al renta y otro 33,86 por 100 de las parroquias con ingresos por el turismo.
Respecto a los gastos, casi el 22 por 100 se dedicaron a la actividad pastoral (en la que se incluyen la radio y al televisión diocesana) y al pago de los intereses de la deuda, mientras que a las retribuciones de los sacerdotes se destinó un tercio de los más de 11,7 millones que se gastaron en 2012.