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viernes, 22 de noviembre de 2024
Crecen las situaciones de emergencia social en CLM y en España.
Crecen las situaciones de emergencia social en CLM y en España.
1,5 millones de personas en pobreza alimentaria en España - 21 mayo 2022 - Toledo

La inflación y la guerra en Ucrania, solapadas con la pandemia, han resentido la economía familiar y han disparado la demanda de ayuda en Castilla-La Mancha, lo que dificulta la labor de las asociaciones que reparten alimentos, que no llegan a cubrir las necesidades de las personas que atienden.

Un 20 % más de personas necesitadas en 2022

Actualmente, un millón y medio de personas en España está en situación de pobreza alimentaria y la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal) prevé para 2022 un repunte del 20 por ciento en el número de personas que asisten a estos centros en busca de ayuda.


El goteo de donaciones en mucho menor

El aumento de la pobreza no ha estado acompañado por un incremento de las donaciones, cuyo goteo es mucho menor, según ha manifestado en declaraciones  el presidente de la Sociedad de San Vicente de Paúl en Ciudad Real, Arturo Prieto.

Esta asociación atendía antes de la irrupción del coronavirus a unas 170 familias de la provincia, mientras que este año se encarga de unas 700 familias y, sin embargo, su capacidad de reparto ha disminuido unos 60.000 kilogramos, pasando de los 200.000 kilogramos que entregó antes de la pandemia a los 140.000 kilogramos que repartió el año pasado.

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«La gente se recoge sobre sí misma»

Prieto ha considerado que la subida del precio de la cesta de la compra, la luz o los carburantes explica que la gente “se recoja sobre sí misma” y sea más prudente a la hora de donar -sobre todo si se trata de donaciones en efectivo-, lo que empeora la atención que las personas necesitadas recibe.

“Antes cubríamos prácticamente el 70 o el 75 % de las necesidades de una familia y ahora estamos en el 30 o 35 % como mucho”, ha lamentado el voluntario.

También se ha resentido la cuantía que la Sociedad de San Vicente de Paúl recibía del Banco de Alimentos de Ciudad Real y, es que, este año va a recibir 40.000 kilogramos menos que el año anterior.

Una situación similar vive la organización Chiquitita, que opera en Numancia de la Sagra (Toledo) y que cuenta con la ayuda de cinco voluntarios.

«Chiquita» (Numancia): de atender a 8 familias a 56

Esta ONG ha pasado de atender a unas ocho o diez familias en el municipio toledano en 2019 a 56 familias, sin contar la lista de espera ni las familias itinerantes que están de paso en la comunidad.

“Antes conseguíamos comida simplemente para el número de familias, y ahora nos tenemos que mover muchísimo más y pedir más de lo que hacíamos antes”, ha explicado la presidenta de Chiquitita, Benita Collado.

Ante esta emergencia social, la organización ha recorrido diversos espacios, como restaurantes, que les han donado cámaras frigoríficas y de congelación para conservar los alimentos, así como una furgoneta con la que recogen la comida cedida por los supermercados.

No obstante, todos sus gastos salen de sus bolsillos. En 2021 su factura ascendió a 2.900 euros y este año no saben cómo costear el pago del local en el que atienden a las familias: “Vamos a organizar un rastrillo solidario y a ver qué podemos sacar”, ha comentado Collado.

En 2021, el Banco de Alimentos de Toledo les cedió 5.000 kilogramos y ellos, en total, repartieron unos 40.000 kilogramos de comida.

«Más reticentes a la hora de donar»

Collado, que ha asegurado que está entregada a la causa “365 días al año, 24 horas al día”, también está de acuerdo en que la gente está “más reticente y reacia a donar” por el contexto económico actual porque, ha recordado, la crisis “nos ha afectado a todos”.

A pesar de ello, la responsable de la asociación ha apuntado que es “más gratificante dar que recibir” y ha señalado que las familias a las que ayuda se lo devuelven con “muchísima gratitud” y platos de comida elaborados con los alimentos recibidos porque “no pueden pagar de otra manera”.

“Somos muy dados a juzgar -ha mencionado- y no sabemos las circunstancias de cada persona”.

Ambas asociaciones coinciden en que el producto que más echan en falta es la leche, así como productos de limpieza.

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