A punto de cumplir 40 años, Luis Manuel Monforte pasó por sorpresa del «barro» -como él llama al día a día de los delegados sindicales- a los despachos donde se respira poder y/o dinero en Castilla-La Mancha, a los que acude como el interlocutor de la UGT en las citas del diálogo social. Asegura que en esta primera parte de su mandato se ha recortado más de un 11% la distancia con Comisiones Obreras en delegados sindicales y que se puede cambiar la historia en cuatro años. Mientras, deja claras las prioridades de UGT, subir los salarios para paliar el efecto de la inflación en las nóminas, regular el teletrabajo y mejorar las condiciones de los empleados públicos de CLM. También tiene claro que un Gobierno con Vox sería «tóxico» y «nefasto» para Castilla-La Mancha.
De todo ello hablamos en esta entrevista con encastillalamancha.es, en la que abordamos el papel de los sindicatos en el siglo XXI y en un mundo globalizado y digital.
En pocas palabras, ¿cómo ha sido este primer año al frente de la Secretaría General de UGT de Castilla-La Mancha, una organización centenaria?
Es difícil decirlo en pocas palabras. Ha sido un año vertiginoso, con muchas cosas que aprender e intentar controlar en muy poco tiempo.
¿Qué ha resultado más difícil y más sorprendente?
Lo más difícil ha sido el cambio, porque yo vengo de estar en una federación y el trabajo es muy diferente. Esto es el órgano de representación del sindicato, el más político y yo vengo de estar en el barro. Me ha supuesto un cambio grande en poco tiempo y fue difícil. ¿Lo más sorprendente? Que creo que se puede llegar más a la gente de lo que estábamos llegando.
¿Qué está cambiando para lograrlo?
Ser conscientes toda la organización de que tenemos que hacer que la gente vea la realidad de los centros de trabajo.
«Es más fácil manifestarse con un megáfono que negociar con el consejero»
Viene del barro y ahora pisa moqueta y los despachos más influyentes de Castilla-La Mancha. ¿Qué percibe en esa realidad de las moquetas?
Nunca me ha gustado la expresión de “pisar moqueta”, tampoco antes. Cambia la percepción. Es más fácil estar a la puerta de una Consejería manifestándote con un megáfono que estar dentro con el consejero de turno o con el presidente del Gobierno intentando acercar posiciones. Pero poder, se puede.
En una región como esta, que no tiene una larga tradición obrera ni grandes empresas con importantes plantillas sindicalizadas, ¿cómo es hacer sindicalismo en el siglo XXI?
Tenemos de todo, va por barrios. Hay provincias en las que el sindicato y el sindicalismo están más aferrados, como en Guadalajara; y otras en las que nos cuesta un poco más. Creo que el sindicalismo estuvo muy implantado en la época de los años 80 hasta los 90, luego los sindicatos hemos estado un poco denostados, quizás por intereses de parte que querían hacer ver que no éramos importantes. Pero la pandemia tiene que marcar un antes y un después, fuimos esenciales en ella, había muchas personas que no sabían dónde recurrir y al final el que les cogía el teléfono era el sindicalista de turno. Tenemos que hacernos valer nuevamente, quizás no sabemos “vender bien lo que hacemos”.
¿Están en todos los sitios dónde se les necesita? Por ejemplo, se critica a los sindicatos ocuparse más de los trabajadores de la función pública, que es más fácil conseguir afiliados y resultados en la negociación, que en las empresas. Nunca fueron conflictivos con la banca mientras se gestaba el crash financiero…
No estamos en todos los sitios donde tendríamos que estar, siempre falta algo y tenemos que hacer un doble esfuerzo para llegar a todas las empresas. Pero es que los sindicatos los componen personas y en las empresas tiene que haber personas que se quieran implicar en la causa y ser delegados. Tenemos que llegar a esas empresas, decirles a los trabajadores: súbete al carro, ven al sindicato y vamos a trabajar para solucionar los problemas; pero si no hay personas implicadas es muy complicado llegar allí y solucionar los problemas, porque muchas veces se atascan desde dentro. A veces es complicado, no es llegar y solucionar; tenemos que entrar dentro y la forma es tener delegados sindicales.
El mundo ha cambiado en pocos años, ¿lo ha hecho también UGT? ¿Cómo se han adaptado a la nueva realidad del siglo XXI, globalizada, digitalizada…?
Los sindicatos han cambiado, pero quizás no a la misma velocidad que lo hace la sociedad y la realidad que vivimos. UGT es una organización centenaria, que cuesta mucho mover. Me gustaría que fuera todo más rápido, pero es verdad que cuando quieres cambiar algo cuesta mover esa rueda gigante. Nos hemos adaptado más a los medios tecnológicos desarrollando APP y con presencia en las redes sociales, incluidos Twicht y TikTok, que nos permiten llegar a las personas jóvenes. Una persona que tiene 24 o 25 años, que está entrando en el mundo laboral o en prácticas y nos vea en TikTok encontrará pequeñas pildoritas útiles para saber cómo puede coger sus vacaciones, pedir un permiso para ir al médico… Cosas que pensamos que son básicas pero que no están tan generalizadas como creemos.
«Es una prioridad hablar y regular el teletrabajo»
¿Qué percibe que ha cambiado en el perfil de los sindicatos, las empresas y los empresarios desde la visión de UGT?
Los problemas que teníamos hace 15 años no están, pero tenemos otros nuevos ligados a la digitalización y la mecanización de muchos procesos, que hace que muchas empresas sean diferentes. Antes nos encontrábamos con empresas con trabajadores que no estaban dados de alta, ahora empresas con ERE porque se están mecanizando los procesos. También tenemos que hablar hoy del teletrabajo, que es una prioridad para UGT Castilla-La Mancha. Llegó de golpe con la pandemia, pero va a quedarse y tenemos un mensaje muy claro, que es que el teletrabajo no se puede confundir con la flexibilidad, con la compatibilidad y con la corresponsabilidad. No se puede hacer un uso del teletrabajo para cuidar a un hijo o a un mayor a tu cargo. Hay mucho camino por recorrer para regular y legislarlo. También tenemos que empezar a interiorizar el concepto de la desconexión digital, porque parece que cuando estás teletrabajando no hay horarios… Estás pensando tengo que mandar unos e-mail, cuando venga de hacer la compra lo hago. No, el teletrabajo tiene que tener unos horarios y estar regulado igual que un puesto de trabajo físico en una empresa.
«Hay que equiparar los salarios a lo que sube el nivel de vida»
¿Qué prioridades tienen hoy los delegados y los cuadros dirigentes de UGT?
Las directrices son hablar de la recuperación de salarios para ir acompasándolos a cómo está subiendo el nivel de la vida. Estamos hablando de inflación y Castilla-La Mancha es la región más inflacionista, así que tenemos que hablar de cláusulas de revisión salarial en todos los convenios y de mejoras salariales en todas las empresas.
Se comprometió a implicar la acción de UGT en sostenibilidad e igualdad. ¿En qué se ha avanzado, un año después, y cuál es el plan para seguir?
Creemos que tenemos que dar importancia a cuatro grandes áreas. Una es la de medio ambiente, con los objetivos de desarrollo sostenible y la economía circular; este área ya se ha constituido y en cuestión de semanas verá la luz la persona que será responsable de ello. El área de Mujer también se ha constituido, incluso en los niveles provinciales, y trabajan de forma transversal en toda la organización. También hemos constituido Ruge Castilla-La Mancha, la entidad de la UGT que trabaja con los jóvenes, estamos hablando de los problemas que preocupan a los jóvenes en Castilla-La Mancha. Sí que hemos dado pequeños pasitos, o grandes, depende de cómo se quiera ver.
«Hay empresas que han sufrido mucho, eso lo tenemos que ver»
De cara al sector público y a las empresas, ¿cuáles son vuestras reivindicaciones?
Inflación, cómo ha cambiado el bolsillo de la gente, porque con el mismo dinero ahora haces bastante menos cosas. Tenemos que ser responsables a la hora de pedir, no vale pedir por pedir subidas salariales lineales y café para todos, porque hay empresas que han sufrido también mucho y eso también lo tenemos que ver. En la función pública, nosotros creemos que las administraciones tiene que aprovechar los fondos Next Generation, de recuperación, transformación y resiliencia, optimizarlos y prestar mejores servicios públicos. ¿Quiénes son los que prestan servicios públicos? Los empleados públicos, que son los garantes de unos servicios públicos de calidad. Las administraciones públicas se tienen que apretar un poquito, porque mejorando la calidad de vida de los empleados públicos mejoramos los servicios públicos y eso nadie lo puede poner en duda.
«CLM es una de las comunidades con mejor diálogo social»
¿Cómo están las relaciones con Cecam y la negociación colectiva?
Una de las cosas que me sorprendió cuando llegué a este cargo es que tenemos una relación sorprendentemente buena. Su presidente, Ángel Nicolás, es una persona bastante accesible y razonable. Es cierto que los grandes acuerdos se hacen a nivel confederal, pero en Castilla-La Mancha podemos presumir de que somos una de las comunidades autónomas que mejor diálogo social tiene: Gobierno, sindicatos y patronal. Con Cecam se puede hablar y estamos firmando grandes acuerdos con ellos, aunque a nivel confederal ya la cosa cambia.
¿Por qué?
Creo que es cuestión de voluntades o que grandes empresas, que no tenemos en el ámbito de Castilla-La Mancha y sí en CEOE y Cepyme, tiran mucho.
¿Es más fácil entenderse con el pequeño empresario que con el grande?
Eso tiene doble lectura. Por una parte es más fácil entenderse, porque podemos poner cara a los problemas que hay en las empresas pequeñitas. Pero, por otra parte, los recursos que tienen las grandes no los tienen las pequeñas. Pero a nivel de Castilla-La Mancha ahora mismo el entendimiento y la comunicación es fluida y fácil.
Se dice mucho que hay políticos que piensan que los problemas de España son los que existen de la M-30 para adentro. ¿Pasa también en los sindicatos como UGT, que hay dirigentes que piensan que toda España es como Madrid, cuando es justo al contrario?
Yo no sé si eso ha pasado antes en el mundo sindical, pero te puedo garantizar que eso ahora no pasa. En Castilla-La Mancha UGT está en todas las comarcas y los cinco integrantes de la Ejecutiva Regional nos recorremos la región mensualmente.
Me refiero a los responsables nacionales. ¿Saben que lo que pasa en Madrid no se parece nada a lo que ocurre en Castilla-La Mancha, Castilla y León o Andalucía?
Tenemos foros de debate interno, que son los comités confederales, que se reúnen cada seis meses mínimo, donde estamos todos representados y se puede hablar. Es verdad que las realidades que tenemos cada uno son diferentes, también porque los gobiernos son diferentes. Ahora mismo los compañeros de Castilla y León están pasándolo verdaderamente mal con el Gobierno (PP y Vox). Pero en UGT cuando se llega a grandes acuerdos se nos consulta a los territorios. No sé si en otros tiempos ha pasado, pero mi experiencia a día de hoy es que eso no pasa.
«Hemos recortado un 11,2 la distancia con CCOO, es una barbaridad»
¿Cómo son las relaciones con CCOO en Castilla-La Mancha? Os llamáis sindicatos hermanos, pero luego os peleáis los delegados en los centros de trabajo y, hasta ahora, va ganando Comisiones…
La relación con Comisiones es buena, cordial, como tiene que ser. Ya te he dicho que yo vengo del barro y las relaciones en el barro son diferentes, porque ahí es donde nos batimos el cobre y los delegados. A nivel institucional y de uniones regionales, la relación es bastante buena; compartimos los problemas y el 99,9% de las reivindicaciones son similares. Pero lo dijimos hace un año y lo repetimos: Nosotros hemos llegado para cambiar la UGT y para ganar las elecciones sindicales en Castilla-La Mancha. Ya las hemos ganado en una provincia, Guadalajara, donde somos el sindicato mayoritario y, con mucho esfuerzo, porque sabemos que queda mucho camino por recorrer, queremos ganar las elecciones sindicales en Castilla-La Mancha.
¿Está convencido de que es posible, en qué plazo? ¿Hay un calendario ligado a determinadas acciones?
El calendario es la legislatura de cuatro años. Me gustaría que fuera el año que viene, pero… ja, ja, ja…
Sabe que cuando llegue el próximo congreso regional de UGT una de las cosas por las que se va a examinar al secretario general y a su Ejecutiva es por la representativividad sindical que se haya ganado. ¿Cree que podrá acudir con un buen dato?
Queda mucho. Pero os puedo dar un dato de la semana pasada. Tuvimos Comité Confederal y ahí se analiza cómo están los territorios y ahí tenemos que decir que, en un año, hemos recortado la distancia con Comisiones Obreras un 11,2%. La distancia con CCOO era muy grande en este territorio. A lo mejor alguien que no maneje nuestros términos le parece poco esta cifra, pero es una barbaridad, es bastante importante. ¿Con mucho trabajo? Por supuesto; y renovando equipos, no solo a nivel regional si no también en las provincias, pero creo que avanzar pasaba porque la gente visibilizara que hay un proyecto y tenemos que seguir esa dinámica. No podemos desfondarnos en el primer año, es una carrera de fondo.
«Tenemos que exigir a los políticos que sean responsables»
Lo hemos preguntado muchas veces y siguen sin haber solución, ¿por qué es posible el acuerdo entre patronal y sindicatos, incluso en circunstancias tan difíciles como las generadas por la pandemia de Covid y es prácticamente imposible entre los partidos políticos? ¿Nos tenemos que resignar?
Yo creo que eso debería cambiar. Los ciudadanos tenemos que exigir a los políticos que sean responsables, la ciudadanía tiene unos problemas y es lo que se está debatiendo, no puede haber posiciones tan enfrentadas sobre las soluciones. Lo podría tachar de irresponsabilidad política. ¿Por qué pasa eso? Quizás por la batalla política de querer ocupar el mismo espacio, los mismos despachos. UGT se pelea los delegados con CCOO, pero ni yo quiero ser el secretario general de Comisiones ni al revés.
«Con intención política, el sistema de pensiones es viable e intocable»
¿Qué pasa con la sostenibilidad de las pensiones? Está clara la amenaza, pero no hay consenso ni soluciones indiscutibles para el futuro. ¿Nos vamos haciendo un plan privado?
Cumplo 40 años el mes que viene y no puedo ni pensar en la jubilación, pero quiero ser positivo y creer que voy a tener mi pensión, porque llevo cotizando ya cerca de 20 años. Con intención política el sistema de pensiones es viable en España. Es cierto que, por suerte, la esperanza de vida ha aumentado muchísimo, lo que quiere decir que las personas en esos últimos años de vida van a necesitar del Estado para tener un nivel de vida óptimo. Con modificaciones a la ley de pensiones se puede tener un sistema sostenible y… ¡cuidado…!, intocable. Que no llegue otra crisis y metamos mano en la hucha de las pensiones, como se ha hecho; y, por supuesto, desterrar de todos los pensamientos políticos, independientemente del partido que gobierne, ese factor perverso que era el de sostenibilidad; eso de que si una persona va a vivir más años, cobras menos. Eso me parecía terrible, pienso en mi madre, que es pensionista, y yo lo que quiero es que me dure muchos años y pensar que a mi madre si se la calcula que va a vivir mas años va a cobrar menos pensión y no va a llegar a fin de mes… ¡Eso me parece terrible! Creo y quiero confiar en que el sistema en nuestro país es sostenible siempre y cuando le demos regulación y legislación que blinde esas pensiones.
«Los sindicatos tenemos que concienciar sobre el dominio de las grandes corporaciones»
Todos los thinks tanks que hacen prospecciones sobre por dónde va a ir del mundo concluyen que crecerá la desigualdad, se debilitarán las pequeñas empresas y crecerá el dominio de las grandes corporaciones multinacionales, por encima de los estados. ¿Comparte el pronóstico, qué se puede hacer para evitar que nos gobiernen las grandes corporaciones en la práctica?
Lo hemos visto, una crisis energética y las empresas petroleras nos han hecho ver que dependíamos de ellas para todo. Tenemos que reflexionar. Es verdad que hablamos de la economía circular, sostenible, volver al pequeño comercio, que era lo normal hace pocos años y ahora todo son grandes supermercados. Si la línea que lleva el mundo es esa, los sindicatos tenemos que un papel de concienciación importante, porque tenemos capacidad de llegar a trabajadores y trabajadoras.
¿Por qué razón un autónomo debería afiliarse a un sindicato en vez de a una patronal? Ahora mismo se los disputan ambos.
El autónomo al final es un trabajador.
El empresario también trabaja…
Sí, seguramente trabaja más horas que cualquier trabajador de su empresa. El autónomo es un empresario muy pequeñito y yo creo que sus problemas se parecen más a los de un trabajador que a los de un empresario. Creo que dentro de un sindicato le vamos a poder dar cobertura a sus problemas. Si a mí me plantea sus problemas un gran directivo de Zara no tendría ni idea de cómo ayudarlo, en cambio si me los plantea Frutas Paco, que tiene cinco trabajadores, sí que podría ayudarle. Hablaríamos de riesgos laborales en la frutería, etc…
Vamos que cree que al autónomo se le ayuda mejor en un sindicato…
Lo tengo claro. Tenemos la UPTA, que es un organismo autónomo; los autónomos tienen unos problemas más específicos y diferentes a los de cualquier trabajador, pero que sí puede ser más cercano a un sindicato que a una organización empresarial.
«Un Gobierno con Vox sería nefasto para Castilla-La Mancha»
Estamos a un año de elecciones autonómicas y municipales en Castilla-La Mancha, ¿qué resultados prevé?
Para Castilla-La Mancha lo que dan las encuestas es que va a haber continuidad en el Gobierno. Entendemos que las políticas tienen que tener continuidad y años de asentamiento para que puedan verse los resultados. Si cambiamos cada cuatro años, al final no irá bien.
En su opinión, ¿qué representa para la sociedad de Castilla-La Mancha un que Vox esté en las Cortes y pueda formar parte de un Gobierno del PP?
¿Un partido que quiera a nuestros dirigentes en la cárcel…? Ahí te he contestado todo. Sería algo tóxico y muy negativo para la sociedad, la libertad de expresión, los avances, la igualdad, para ser inclusivos… Sería algo muy nefasto para la sociedad de Castilla-La Mancha.