Fruto del trabajo de divulgación del historiador, Ángel del Cerro, ha nacido «Vida y Obra del Escultor Alberto Sánchez», un repaso a la vida y obra del escultor toledano, una figura esencial en el arte contemporáneo español del siglo XX.
Una obra divulgativa, publicada por la editorial Ledoria y presentada este pasado lunes, 13 de junio, por su autor Del Cerro con el que encastillalamancha.es ha podido hablar para conocer más sobre este libro en el que ha recopilado información para que «cualquiera, sea especialista o no, pueda acceder a la figura de Alberto».
¿Una nueva faceta del escultor?
El historiador declara que, durante esta presentación, ha podido conocer a personas mucho más ligadas a la figura del escultor, quienes le confesaron que este libro les había aportado algunas facetas novedosas del escultor.
Del Cerro pone de ejemplo algunas de sus relaciones con personas de la época o su trabajo con Federico García Lorca en España. También manifiesta que podemos encontrar «alguna sorpresa» respecto a la participación del artista toledano en la película «El Quijote» que se rodó en Ucrania.
Reconoce que lo que se pueda encontrar de novedoso dependerá, en cierto modo, del conocimiento previo de la figura de Alberto Sánchez, porque «aunque casi todo está visto», se encontraban en obras que «no han tenido difusión»
Presentación en el Patio de las Esculturas de la Colección Roberto Polo.
Las obras emblemáticas de Alberto Sánchez
El investigador sitúa en la cúspide de la escultura mundial «El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella», un monolito de casi quince metros, pero confiesa que hay «muchas y muy buenas» dependiendo de la época.
También hace mención especial a piezas «extraordinarias y muy menudas» como «El Toro» o «El cazador de raíces«, pero manifiesta que es «muy difícil» destacar unas obras sobre otras.
Sin embargo, Del Cerro no considera que Alberto pueda haber «creado escuela», porque pese a que cree que ha habido intercomunicación de obras y de ideas con otros artistas, como con Eduardo Chillida, no ha habido grandes figuras en materia de escultura a lo largo del siglo XX que puedan ser discípulos o sucesores del escultor toledano. Su obra, por tanto, es única y ahora se encuentra más accesible a través del relato de Del Cerro.