«Es un secreto a voces que me cae muy bien». Así respondió el candidato Alfredo Pérez Rubalcaba a la pregunta sobre si le pedirá a Emliano García-Page que encabece la remontada del PSOE en Castilla-La Mancha en caso de ganar el Congreso Federal del PSOE y convertirse el domingo en su secretario general.
Aún adviritiendo que no quería ser irrespetuoso con los procesos congresuales que el partido tiene pendientes de solventar en las comunidades autónomas y en las provincias, y delante del líder castellano-manchego todavía vigente, José María Barreda, Rubalcaba no tuvo reparos en reconocer las virtudes del alcalde toledano sin escatimar elogios y sin decir ni una sola palabra sobre el otro «testigo» de la escena.
«Ser alcalde de Toledo no es fácil y ganar cómo él lo ha hecho es muy difícil. Tengo la costumbre de reconocer y valorar muy bien a los alcaldes que tienen la capacidad de conectar con los ciudadanos y de tener un proyecto de ciudad en la cabeza como el que tiene Page».
Flanqueado por el alcalde toledano y por el expresidente y secretario general del PSOE castellano-manchego, Rubalcaba compareció ante los medios tras charlar durante una hora con los delegados de la provincia de Toledo y con alcaldes que se acercaron a escucharle al parador «Conde de Orgaz», en la capital regional.
El candidato socialista se declaró satisfecho de la «campaña electoral» previa al congreso del domingo, en el que ha comprobado que «el partido está vivo». «Me siento especialmente orgulloso de mi partido».
Pese a ello, no logró convencer a Barreda de que le preste su apopyo. El expresidente es partidario de Carmen Chacón, aunque acompañó a Rublacaba en Toledo y se mostró convencido de su calidad política y humana, además de repetir que siente por el exvicepresidente un gran cariño.
LA CULPA DE LOS POLÍTICOS EN LA CRISIS
A preguntas de los periodistas, Rubalcaba dijo coincidir con Emilio Botín en «culpar» a los políticos de la crisis económica, si bien, agregó «seguro que lo pensamos por razones distintas; pero sí, yo creo que los políticos han tenido la culpa por no haber regulado el sistema financiero en los años 80 y 90», lo que a su juicio ha acabado generando «una crisis finaciera por falta de reglas, que ha permitido que las empresas financieras camparan por sus respetos y que ha acabado por construir una economía de casino».
Pérez Rubalcaba también ha criticado que cada ministro del Gobierno que pasa por el Congreso anuncia una «contrarreforma». En este sentido, le parece una paso atrás el propósito del ministro de Educación de eliminar la asignatura «Educación por la Ciudadanía» y la de quitar de la materia los temas «controvertidos». ¿»Son contorvertidas las familias no bendecidas por la Iglesia o los derechos de los homosexuales?», se preguntó.