A las pocas horas de terminar la procesión del Corpus Christi en Toledo el viento comenzó a destrozar el decorado de las calles del casco de Toledo. Es como si el viento hubiese esperado a la conclusión de la misma para comenzar a hacer estragos en los toldos. Las zonas que más lo sufrieron fueron las calles Arco de Palacio, Cardenal Cisneros y Sixto Ramón Parro, las del entorno de la Catedral.
Y es que es curioso que los toldos se comenzaran a rasgar justo a la conclusión de la procesión, después de llevar colgados varias semanas. El día de ayer fue muy caluroso en Toledo, pero la tarde se nubló y una tormenta descargó algo de agua, pero sobre todo dejó viento, que rajó uno de los toldos de Arco de Palacio y a punto estuvo de derribar los preciosos adornos florales de esa zona.
En Cardenal Cisneros los toldos también sufrieron. Uno se descolgó por completo y alguno más sufrió daños. En la calle Sixto Ramón Parro también se desgarraron y rompieron varios toldos.