El Guadalajara ya sabe lo que es ganar esta temporada a domicilio en la liga Asobal, después de imponerse en la cancha del colista Bidasoa gracias a una buena segunda mitad en la que los entrenados por Mateo Garralda fueron claramente superiores.
El Bidasoa, al que le costó mucho marcar tras el descanso, se queda en una situación delicada en la clasificación, ya que solo cuenta con una victoria en su casillero y deberá sumar en los próximos compromisos para evitar quedarse descolgado.
El conjunto local comenzó con más acierto el partido y se colocó dos arriba en el minuto 5 (3-1), pero el Guadalajara reaccionó de inmediato con un parcial de 0-4 para dar la vuelta al marcador, lo que llevó a Fernando Bolea a pedir tiempo muerto en el minuto 9.
El Bidasoa subió la intensidad en defensa, cerró mejor la parte central y apoyado por varias intervenciones del titular Otegi y Zubiria -paró los dos penaltis que le lanzaron-, volvió a ponerse por delante en el minuto 18 (8-7).
Mediada la primera parte se pudieron ver los mejores minutos del conjunto guipuzcoano, ante un Guadalajara con poca claridad en ataque, aunque los amarillos no consiguieron abrir hueco en el luminoso al no aprovechar las ocasiones que tuvieron con el 9-7.
Fueron 30 minutos de rachas y en los instantes finales del primer periodo llegó, de nuevo, un arreón de los manchegos (9-10) que obtuvo rápida respuesta del Bidasoa, con dos goles de un hasta entonces desaparecido Milosevic y otro de Díaz de Cerio en el último segundo antes del descanso (12-11).
El panorama cambió de forma radical en la segunda parte con un Guadalajara que tomó el mando con parcial de 1-5 en los seis primeros minutos (13-16), un marcador que los locales no fueron capaces de levantar como habían en hecho en otras ocasiones.
El conjunto manchego, liderado por un acertado Muiña que logró seis tantos en la segunda mitad y que estuvo bien secundado por Reig en la faceta anotadora, mantuvo a ralla a un Bidasoa que la última vez que se acercó en el luminoso fue a falta de 17 minutos (17-18).
Los amarillos no fueron capaces de empatar en esa ocasión y el Guadalajara, más preciso en los momentos decisivos, amplió la renta que se mantuvo entre los tres y cinco goles en la recta final del partido en la que los guipuzcoanos se chocaron una y otra vez con la defensa visitante.
El Bidasoa echó de menos a sus referencias en el lanzamiento exterior. Milosevic no marcó tras el descanso y Roberto Alvarez terminó el partido con cero goles, algo que lastró mucho al colista de la Asobal que solo logró 10 tantos en la segunda mitad.