La portavoz del PSOE de Toledo, Esther Padilla, ha denunciado hoy que «el Gobierno de Cospedal tiene la intención de reducir en casi la mitad los conductores con los que cuenta actualmente el parque móvil de la Junta para destinarlos a otras funciones que no le son propias como pinches de cocina o ayudantes sanitarios».
Según explicaba Padilla, serían un total de 76 de los 150 conductores con los que cuenta este parque móvil los que serían trasladados a otros lugares de la administración regional para desarrollar esas nuevas funciones, «que nada tienen que ver con el trabajo que actualmente desarrollan y para las que, en su mayoría, no están preparados».
La portavoz socialista indicaba que, bajo la excusa del ahorro, quieren cambiar las condiciones laborales de estos conductores, «que en su día se presentaron y aprobaron una oposición», hecho que también podría traer acarreado despidos entre los trabajadores a los que estos conductores pudieran sustituir.
Los conductores del parque móvil, explicaba Padilla, se dedican a prestar servicios que ayudan al mejor funcionamiento de la administración regional como el traslado de vacunas, pruebas de laboratorio o de personal técnico de las distintas consejerías. «Si se merma el servicio nos tememos que opten por la externalización del mismo contratando empresas privadas de transporte o taxis, lo que en vez de ahorro provocaría más gastos», señaló.
Por otra parte, la responsable socialista indicó que la medida que quiere imponer Cospedal no afectaría a los denominados «conductores-asesores», que fueron contratados por el actual Ejecutivo regional entre amigos y familiares de cargos o militantes del PP, «que cobran más» y que vinieron a sustituir al 20 por 100 de conductores interinos que fueron despedidos.
Para Padilla, «lo que están haciendo es echar o trasladar a conductores que prestaban servicio a los ciudadanos para dejar a conductores amigos».
En este mismo sentido, instó al Gobierno regional a dejar de «atacar» a los empleados públicos. «Han mentido y han atacado a los maestros, a los médicos y ahora les toca a los conductores. Lo que deberían hacer es dar marcha atrás y respetar el trabajo que desarrollan», concluyó.