El Balonmano Ciudad Encantada retomó los entrenamientos tras el largo paréntesis navideño, ampliado por la disputa del Campeonato de Europa de Serbia, con toda la plantilla al completo, incluidos los últimos fichajes, lo que es una novedad para el conjunto que entrena Zupo Equisoain. Solo hay que descartar a los jugadores cubanos Corzo y Da Costa, lesionados ambos para lo que resta de temporada, motivo este por lo que el pasado mes llegaron el pivote Robert (Pozoblanco) y el central Pablo Simonet, ambos jugadores argentinos.
Los recién llegados, junto a los hermanos Fede y Juampi Fernández, conforman el clan argentino del conjunto conquense, todos jóvenes, con proyección y un coste acorde con la situación económica en la que se encuentra el club.
El reto para Zupo Equisoain es conseguir que las nuevas incorporaciones, que debutan en Asobal, se adapten lo más pronto posible al juego del grupo y permitan que el equipo sea competitivo en lo que resta de temporada.
De momento, lo más importante para el técnico navarro del equipo conquense es trabajar con 15 jugadores, algo que no ha ocurrido en toda la primera vuelta, de cara al estreno de la segunda fase liguera, el próximo sábado en Puerto Sagunto, ante el Alser.
Para Ángel Pérez, central del conjunto rojillo, «es una bonita prueba de fuego, pero todos estamos deseando que vuelva la competición».
«Terminamos la primera vuelta muy cansados, necesitábamos vacaciones, pero el parón nos ha hecho perder ritmo de competición», añadió el exjugador del Toledo Balonmano.
Sobre el Alser opinó que «será un rival muy difícil, ya que juega en casa, llena el pabellón y se juegan puntos importantes para evitar el descenso», concluyó