La Audiencia de Toledo ha hecho pública hoy la sentencia por la que se condena a cinco años y medio de cárcel a Clemente Pérez Gómez por matar con una barra de hierro durante una pelea a Gregorio López en Navahermosa (Toledo) en agosto de 2006.
La sentencia es coincidente con el acuerdo alcanzado el pasado día 27 de noviembre entre las partes cuando Clemente se confesó autor de los hechos, desdiciéndose así de lo que había declarado al comienzo del juicio y de lo manifestado por su hijo José Alberto el día anterior cuando se autoinculpó del homicidio.
El acuerdo entre fiscalía, acusaciones particulares y defensa, que motivó la disolución del jurado que iba a juzgar este caso por segunda vez en dos años, incluye también, tal y como recoge ahora la sentencia emitida por la magistrada presidenta del jurado, la prohibición de que el acusado se acerque a la familia de la víctima a menos de 500 metros, con la que tampoco se podrá comunicar durante seis años y medio después de salir de la cárcel.
Además, Clemente deberá indemnizar a la viuda y a los tres hijos del finado con un total de 176.000 euros.
En la rebaja de la pena, que el fiscal elevaba a 12 años de prisión y a trece las acusaciones particulares, se tuvieron en cuenta las atenuantes de dilación indebida en el procedimiento y la de confesión.
El nuevo juicio con jurado que comenzó a verse a finales del pasado mes de noviembre en la Audiencia de Toledo lo fue por orden del Tribunal Superior de Justicia, pero, solo para Clemente, porque en el veredicto dado en 2011 no se especificaron los votos por los que Clemente fue declarado culpable.
La trifulca que se desencadenó entre Clemente y Gregorio por un lado y los hijos de éstos por otro y de forma simultánea se produjo el 4 de agosto de 2006 en la travesía del pueblo después de años de enemistad entre las dos familias y que tuvo su origen en que una hermana de Clemente quedó embarazada de Gregorio.
Ahora, con esta sentencia de conformidad ambas familias se dan por satisfechas y los abogados esperan que se zanjen así las desavenencias entre ‘Los Chuscos’ y ‘Los Chavea’ de Navahermosa.