Los administradores del concurso de acreedores del Aeropuerto de Ciudad Real podrán determinar «de forma discrecional» entre tres opciones cuál será la configuración final del activo de la infraestructura aeroportuaria que se venderá, aunque siempre garantizarán su explotación en el futuro.
Los administradores concursales han establecido tres configuraciones posibles de venta para el activo unitario del aeropuerto que ha salido a la venta, que se determinarán en atención a los intereses del concurso y a la situación del mercado, según recoge el Plan de Liquidación del concurso de acreedores.
La Ley Concursal establece que, siempre que sea factible, se debe contemplar la enajenación unitaria del conjunto de los establecimientos, explotaciones y cualesquiera otras unidades productivas de bienes y servicios del concursado o de alguno de ellos.
Así, el Plan de Liquidación fija que la infraestructura «es una explotación objetivamente indivisible que no puede venderse separadamente de sus elementos e instalaciones».
No obstante, los administradores concursales han diseñado tres paquetes a los que podrán optar los futuros compradores, teniendo en cuenta todas las consideraciones que fija la Ley Concursal.
El primer paquete de enajenación, denominado «configuración estricta», contempla la inclusión adicional de 57 parcelas que se sumarían a las algo más de 1.059 hectáreas de terreno de la finca registral sobre la que se asienta la construcción del aeropuerto, junto con la pista de aterrizaje, la plataforma de rodadura, la terminal, los demás edificios del aeropuerto, el parking, los accesos y todo el equipamiento del aeropuerto, incluyendo vehículos y la zona industrial-aeroportuaria.
El segundo paquete posible, denominado «configuración amplia», estaría compuesto por el paquete incluido en la «configuración estricta», más la superficie adicional propiedad de CR Aeropuertos S.L. que fuese necesaria para alcanzar 1.234,45 hectáreas fijadas en la Declaración de Impacto Ambiental e incluidas en el Plan Director del Aeropuerto.
La denominada «configuración máxima», estaría constituida por los bienes incluidos en la «configuración amplia» más los terrenos adicionales situados fuera del Plan Director del Aeropuerto, cuyo uso sería exclusivamente para dar cumplimiento a las obligaciones ecológicas impuestas por la Declaración de Impacto Ambiental.
Sea cual sea la configuración elegida para la explotación unitaria, que en todo caso englobará el Aeropuerto de Ciudad Real y sus equipos, quedarán también excluidos de la venta algunos terrenos restantes, así como algunos derechos de cobro.
SE ABRE EL PLAZO PARA LAS OFERTAS DE COMPRA
La administración concursal que gestiona el concurso de acreedores del Aeropuerto Central de Ciudad Real ha fijado para hoy, lunes, la fecha de inicio del plazo para recibir ofertas interesadas en la adquisición de la infraestructura aeroportuaria.
Se abre así la última fase del concurso de acreedores, tal y como establecía el plan de liquidación, que ha fijado que la venta del aeropuerto se hará de manera unitaria, al ser una «explotación objetivamente indivisible».
El plazo de la primera fase de venta directa al mejor postor comienza a las 9:00 horas de hoy, 9 de diciembre, y se cerrará a las 15:00 horas del viernes 27, periodo en el que los operadores interesados podrán presentar sus ofertas de compra del Aeropuerto Central y su zona de uso industrial en cualquiera de las tres configuraciones contempladas en dicho plan.
Únicamente se admitirán ofertas de compra formuladas en firme y en las que se ofrezca un precio neto de, al menos, 100 millones de euros, dado que «no existe límite superior al precio que pueda ser ofrecido» por los interesados en adquirir las instalaciones, según recoge el documento de venta.
Entre los bienes que se ponen la venta está el propio aeropuerto con todos sus equipos e instalaciones, tanto muebles como inmuebles, los terrenos de la zona de uso industrial y los destinados a usos ecológicos como contemplaba la declaración de impacto ambiental.
Una vez finalizado el plazo de recepción de ofertas la Administración Concursal estudiará y valorará las que haya admitido y, posteriormente, seleccionará la que mejor se ajuste a los intereses del concurso, aunque también se valorarán los planes de negocio y sociales que se presenten.
Si al cierre del plazo de la primera fase, el aeropuerto no se hubiera vendido, los administradores tenían previsto en el plan de liquidación que se abra la segunda mediante venta en subasta pública privada, en el que se fijaría un precio de venta mínimo entre 80 y 100 millones.
Si en estos dos plazos no se llegara a vender la infraestructura aeroportuaria, entonces se llevaría a cabo una subasta judicial según contempla la Ley de Enjuiciamiento Civil.