martes, 26 de noviembre de 2024
10/12/2013junio 9th, 2017

Tras el fallecimiento de Nelson Mandela, han sido muchas las muestras de cariño expresadas desde todos los rincones del mundo. En Toledo, el periodista y escritor Enrique Sánchez Lubián relata la visita que el Premio Nobel de la Paz hizo a la ciudad el domingo 21 de julio de 1991.

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«El domingo 21 de julio de 1991 Nelson Mandela, acompañado de su entonces esposa Winnie, visitaron Toledo. Les recibimos en el Ayuntamiento, donde les esperaba el alcalde Sánchez Garrido y varios de los miembros de la Corporación, entre ellos el hoy alcalde Emiliano García-Page. Hacía año y medio que Mandela había recuperado la libertad tras permanecer encarcelado desde 1962. El guía Rufino Miranda, hizo las funciones de cicerone e intérprete.

En las Casas Consistoriales firmó en su Libro de Honor: «Es más que un placer visitar la famosa ciudad de Toledo, que ha inspirado a revolucionarios de todo el mundo», rubricó. La dedicatoria causó cierta sorpresa, como también lo hicieron otras palabras suyas relacionando el episodio del Alcázar durante la guerra civil y su simbolismo con la defensa de la democracia. El comentario nos hizo pensar que Mandela quizá no había entendido muy bien las explicaciones que sobre lo sucedido en la fortaleza se le habían ofrecido. Quienes quedaron más impactados por esas palabras fueron varios miembros de IU y CCOO que formaban parte de la delegación que le acompañaba en su visita, como bien resaltó el periodista César García Arribas en la crónica que al día siguiente publicó en las páginas de Ya-Toledo.

Tras visitar las dependencias de Archivo Municipal y recibir de manos del alcalde una medalla conmemorativa de la declaración de Toledo como Ciudad Patrimonio de la Humanidad, Mandela y su esposa pasearon por la Plaza del Ayuntamiento, llena de visitantes que no pararon de aplaudirles, hacerles fotografía y grabarles con sus cámaras de video. Para combatir el calor del veraniego mediodía, la esposa del concejal Juan José González regaló a Winnie su abanico.

Durante al almuerzo oficial en el Parador, Sánchez Garrido propuso a Mandela que una vez Sudáfrica recuperase la democracia se tramitase el hermanamiento de alguna de sus ciudades con Toledo, propuesta que veintidós años después no se ha materializado, aunque desde hace unos meses una calle honra su memoria en el barrio de Palomarejos. Mientras el líder anti-aparheid descansaba la siesta, su esposa visitó la Casa del Greco y el cuadro de «El entierro del señor de Orgaz». El viaje a Toledo fue organizado por el Comité Español de Recepción de Nelson Mandela, que presidía Marcelino Camacho, quien en un discreto segundo plano le acompañaba. Al día siguiente de estar en nuestra ciudad, Mandela se entrevistó en Madrid con Felipe González.

En el momento de su muerte, sirvan estas líneas para recordar aquel domingo de 1991 que Mandela pasó en Toledo, dejándonos a todos la fortaleza de una sonrisa amplia y generosa, como era el sentido de su tenaz lucha en defensa de los derechos humanos y en pro de la igualdad de todos los hombres sin distinción de raza o religión. Dos años después se le concedía el Premio Nobel de la Paz y al siguiente asumía la presidencia de Sudáfrica. Hasta siempre Madiba».

Enrique Sánchez Lubián, periodista y escritor toledano.

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