El consejero de Hacienda de Castilla-La Mancha, Arturo Romaní, ha inaugurado la jornada «Soluciones para erradicar la morosidad de las administraciones», organizada por la Federación Empresarial Toledana (Fedeto) en la que ha participado el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta.
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Romaní ha atendido a los medios de comunicación antes de la celebración de la jornada dirigida a empresarios de la provincia de Toledo. El consejero ha destacado que «es bueno analizar los orígenes y las causas de la morosidad pública de Castilla-La Mancha» y ha fijado dicho origen el 31 de diciembre de 2011 cuando la morosidad se contabilizó en 11.000 millones de euros, de los que 7.000 correspondía a entidades financieras y 4.000 a entidades privadas.
Romaní puntualizaba que esta deuda se generó cuando se gastó en una sola legislatura 8.000 millones de euros más de lo presupuestado, de los cuales 4.000 quedaron sin financiar.
«Esto es lo que existía», sentenciaba el consejero quien ponía en valor la colaboración con el Gobierno nacional para pagar dicha deuda, al tiempo que destacaba el trabajo realizado por el Ejecutivo castellanomanchego para «ajustar sus cuentas, reducirlas» y dejar la Tesorería «sin agujeros», lo que demuestra que «el Gobierno ha tenido capacidad de gestión».
Todo ello le ha permitido asegurar al consejero que «estamos en buenas condiciones de pago», tanto es así que confía en que en 2014 se empiece a pagar dentro de los plazos que establece la Ley, es decir, en 30 días.
Un dato más que corrobora la gestión del Gobierno es que «el 92,7 por 100 de las obligaciones contabilizadas a día de ayer (a 9 de diciembre) estaban pagadas», es decir, «el corriente se puede pagar». De ahí que haya insistido en que en 2014 la Junta puede empezar pagando dentro de los plazos establecidos por la ley.
Ángel Nicolás, Antonio Beteta y Arturo Romaní.