«Lo que he logrado yo demuestra que todo es posible, que con voluntad y apoyo se puede llegar a las estrellas», dice el talaverano Eduardo Lurueña, el único español entre los 23 seleccionados de varios países que viajarán al espacio en 2014 tras pasar las duras pruebas de la Axe Apollo Space Academy.
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Ya más tranquilo, tras «unos días de locura», como él mismo dice, Lurueña revela que en la prueba del caza le dejaron tripular el avión (que iba a 2.000 metros de altura y a velocidad supersónica). El futuro astronauta cuenta que le «vino muy bien un entrenamiento bestia» a que se sometió en Talavera, poniéndose gente a la espalda para soportar la presión.
En la prueba de la centrifugadora tuvo que acordarse de una coordenadas geográficas, prueba que al final superó. Para él, tanto la experiencia del caza como la de la centrifugadora fueron «sensaciones impresionantes».
También tuvo que pasar un examen de astrofísica, para lo que contó con la ayuda de unos científicos, y asimismo pasó la prueba de la construcción de un cohete.
Ahora Eduardo está a la espera de que le den las fechas para los próximos trabajos de preparación, pero ya sabe que irá a Holanda a seguir montándose en cazas, que proseguirá su formación en la NASA y que un cosmonauta ruso con experiencia en la MIR se ha ofrecido para continuar con su instrucción.
Eduardo Lurueña va a ser objeto el próximo sábado de una recepción/homenaje de su pueblo, Talavera, del que ha siempre ha destacado que le ha apoyado siempre mucho. También tuvo palabras de reconocimiento para su rival en las últimas pruebas, Julià Suñer, de quien dijo que reunía todas las posibilidades para ganar, pero quizá le faltó esa «suerte» que tuvo el talaverano.
Eduardo Lurueña es el quinto por la izquierda en la fila superior.