El alpinista conquense Pedro Cifuentes acaba de narrar su triple escalada a las Torres del Paine, en la Patagonia chilena. Y lo ha hecho en Albacete, en cuyo Centro Cultural CCM muestra la exposición fotográfica de lo que asegura que es un hito mundial: la escalada a estas tres cumbres consecutivamente (sin bajar de las paredes) y solo.
A encastillalamancha.es Cifuentes confesaba que pasó por dos momentos muy duros: al bajar la torre sur, cuando se produjeron tres desprendimientos y creía que «se quedaba, seguro», y durante los ocho días que tuvo que pasar en la hamaca sin poder moverse por el mal tiempo.
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Este alpinista que trabaja de bombero en Madrid es un apasionado del alpinismo. ¿Quién que no sea apasionado de la escalada se va a atrever por tercera vez con las tres paredes patagónicas, cada una de 1.200 metros, o sea de una altura equivalente a un edificio de 300 pisos, más solo que la una, desafiando además el clima patagónico, que como él dice cambia completamente a lo largo del día?
Cifuentes confiesa que lo pasó muy mal en dos momentos: «Al bajar la torre sur hubo tres desprendimientos. Ahí pasé por momentos muy difíciles, creí que me quedaba, perdí diez kilos», admite».
Además, el mal tiempo le obligó a pasar ocho días en la hamaca, sin poder moverse. «Fue un sufrimiento psicológico más que físico», cuenta Cifuentes, que anteriormente, en la segunda intentona consecutiva fallida, vio cómo se le rompió la hamaca y se le congelaron los pies, lo que le hizo «pasarlas canutas».
Pero a la tercera fue la vencida para este escalador que confiensa irónicamente: «Mi afición es ser bombero y mi trabajo, escalar». Es Cifuentes, un alpinista que ha viajado por todo el mundo dando rienda suelta a su pasión por la escalada de paredes, rocas, granitos, aglomerados… Así, ha estado en USA, Nepal, Australia, Suráfrica, Japón…
Cifuentes dio buena cuenta de su gesta en las Torres del Paine en 46 fotografías y una película, exhibidas en una exposición que está recorriendo toda Castilla-La Mancha. Cuenta que le llevó tres años preparar el viaje, «de preparación física y psicológica», apunta, para encarar después una aventura que le llevó 29 días.
Incide en la dureza del destino, la Patagonia, «uno de los lugares más peligrosos del mundo» para este tipo de travesías, asegura. Su destino concreto era «la tierra de la última esperanza».
Pedro Cifuentes lleva 13 años escalando. Se documenta mucho en sus viajes para luego dar rienda suelta además a sus afanes didácticos, inseparables de sus gestas. Sobre el ascenso a las Torres del Paine revela que el número 3 fue clave: «Era la tercera vez que lo intentaba, y en el año 2013, durante la travesía cumplí 43 años, eran tres torres: el 3 ha conspirado en esta aventura», señala.
Este gran deportista cuenta con un par de patrocinadores, pero está abierto a cualquier colaboración más, ahora que dice que la Diputación de Cuenca y la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada parecen querer compatir con él sus aventuras.