El Gobierno regional incluirá el cuento solidario «No me gusta la verdura» en la campaña para fomentar el consumo de frutas y verduras entre los escolares de la región.
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La recaudación de la venta del cuento, que ha sido presentado por el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Marcial Marín, irá destinado a financiar un colegio de secundaria para 600 escolares y un internado de chicas en la región de Sylhet, en Bangladesh.
La nueva escuela, presupuestada en un millón de euros, es una iniciativa de la ONG Solidaridad, Educación y Desarrollo (SED) y de los Hermanos Maristas y el dinero que se recaude de la venta del cuento, a cinco euros el ejemplar, se destinará íntegramente a tal finalidad.
El centro servirá para mejorar la escolarización de los hijos de los trabajadores dedicados a recolectar hojas de té en aquella región y que trabajan en régimen de semiesclavitud, ya que han de recoger 27 kilos de hojas para obtener 50 céntimos, ha explicado el autor del texto, Pablo Alonso.
El cuento aprovecha la iniciativa solidaria y las vivencias de cuatro niños en un comedor escolar de nuestro país para difundir las bondades del consumo de frutas y verduras, que acabarán gustando a todos los protagonistas del cuento.
El relato ha sido escrito de forma desinteresada por el empresario Pablo Alonso, de la empresa «Global Gestión», y las ilustraciones son dibujos hechos por los alumnos de distintos colegios públicos de la región y de los centros que los Hermanos Maristas tienen en España.
Marín ha destacado el acto de generosidad de los promotores de esta iniciativa -que llevarán a cabo misioneros maristas de la región- que servirá para que los niños de Bangladesh tengan una escuela que les sirva para formarse y así poder tener un trabajo digno, ha señalado el titular de Educación.
A acto han acudido también la consejera de Agricultura, María Luisa Soriano, el delegado del Gobierno, Jesús Labrador, el presidente del Consejo Consultivo, Emilio Sanz, el presidente de los empresarios de la comunidad, Ángel Nicolás, y los responsables del Foro de la Alimentación y de Globalcaja, que han adquirido ejemplares del cuento.