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23/12/2013junio 9th, 2017

Cinco etarras, cuatro violadores, un asesino y un «grapo» han salido desde mediados del mes de noviembre de la prisión de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), tras beneficiarse por la anulación de la aplicación retroactiva de la doctrina Parot por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

El primero en abandonar el penal manchego fue Pablo García Ribado, conocido como el ‘violador del portal’, que llevaba más de 17 años preso, tras ser condenado a 1.721 años de prisión por 74 violaciones, seis agresiones sexuales y delitos de robo.


A la salida de este violador se unió la de otros conocidos delincuentes, como es el caso de Miguel Ricart, cuya excarcelación, junto con la del resto de excarcelados por este tipo de delitos, causó un gran revuelo social.

Ricart fue condenado en 1997 a 170 años por secuestro, violación y asesinato de las adolescentes Miriam García, Toñi Hernández y Desirée González en noviembre de 1992.

Debía de ser excarcelado en 2011 pero un año antes se le aplicó la doctrina Parot, por lo que sus beneficios penitenciarios se computaron entonces sobre el total de la condena fijándose su nueva fecha de salida en 2023.

Juan Manuel Valentín Tejero, condenado a cincuenta años de cárcel por la muerte, rapto y violación de la pequeña Olga Sangrador en 1992, ha sido otro de los históricos presos de Herrera de la Mancha que ha quedado en libertad.

Valentín Tejero, que pasó dos décadas en la cárcel ciudadrealeña, había sido condenado a 50 años de prisión por el rapto, violación y asesinato en 1992 de la pequeña niña de 9 años vecina de Villalón de Campos (Valladolid).

Entre los violadores que han quedado en libertad, se encuentra también José María Real López, el violador que mató a una niña en la localidad gallega de Villalba.

Real López ha sido el último en salir a la calle, tras haber sido condenado en 1994 a 56 años de prisión por raptar, violar y asesinar en 1992 a la villalbesa Maruchi Rivas cuando sólo tenía nueve años.

Entre los excarcelados en las últimas semanas también se encuentra Emilio Muñoz Guadix, el asesino de Anabel Segura, el único que al salir de prisión declaró a los periodistas que se arrepentía de su crimen.

Muñoz pasó 18 años en prisión de los 43 a los que fue condenado por el secuestro y asesinato de la joven madrileña, ocurrido en 1993.

A la lista de excarcelados se suman también cinco etarras, Gonzalo Rodríguez Cordero, Francisco Javier Lujambio Galdeano, Miguel Turrientes Ramírez, Jokin Urain Larrañaga y Nicolás Francisco Rodríguez.

Gonzalo Rodríguez Cordero fue condenado a penas que superan los 2.900 años de cárcel por los asesinatos de siete civiles, once militares y dos policías y llevaba veinte años encarcelado.

Miguel Turrientes Ramírez, que fue condenado a penas que suman 55 años de cárcel, llevaba encarcelado 27 años, tras ser condenado, entre otras acciones, por el asesinato del guardia civil retirado José Herrero Quílez.

Francisco Javier Lujambio Galdeano llevaba 29 años de prisión por el asesinato de dos guardias civiles.

Por su parte, Jokin Urain Larrañaga, fue condenado en 1986 a 29 años de cárcel junto a otro etarra por la muerte del teniente coronel de Artillería retirado Alberto Aznar Feixen en 1984, mientras que Nicolás Francisco Rodríguez, integrante del comando Buruntza en los años 80, cumplía una condena de 117 años de cárcel por dos asesinatos y delitos de terrorismo.

La lista de ex presos de Herrera de la Mancha la completa el «grapo» Jaime Simón Quintela que cumplía prisión por el asesinato en Madrid de un promotor inmobiliario en 1984.

La excarcelación de todas estas personas ha sido consecuencia de la anulación de la ‘doctrina Parot’ acordada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que consideraba que esta doctrina vulneraba lo establecido en el artículo 7 de la Convención Europea de Derechos Humanos.

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