La consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Marta García de la Calzada, ha mostrado su satisfacción por el acuerdo alcanzado en el Consejo Nacional del Agua en relación a los planes hidrológicos de las demarcaciones de los ríos Tajo y Segura.
En declaraciones a los medios, la consejera ha subrayado que el acuerdo «es muy bueno» para Castilla La Mancha al tratarse de «dos ríos importantes para la región», especialmente en el caso del Tajo.
La consejera ha calificado de «grandísimo avance» para la región los 400 hectómetros cúbicos concedidos en la cabecera de la cuenca, que además no son trasvasables, y ha mencionado que esta cifra casi duplica la reserva del plan vigente.
En relación al Segura, ha señalado que «la única reserva de agua nueva en este plan que se refiere a una cuenca muy deficitaria es para Castilla La Mancha», 10 hectómetros cúbicos.
Preguntada sobre si este acuerdo pondrá fin a las disputas entre regiones, García de la Calzada ha manifestado que la primera muestra se ha tenido en esta reunión porque «el consenso ha sido amplísimo».
LUZ VERDE A LOS PLANES
El Consejo Nacional del Agua (CNA), reunido en Madrid, ha dado «luz verde» a los planes hidrológicos de las demarcaciones de los ríos Tajo y Segura, a pesar de los votos en contra de varias asociaciones ecologistas.
El CNA, presidido por el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha informado favorablemente sobre ambos planes de cuenca, que ahora serán elevados al Consejo de Ministros y aprobados posteriormente mediante real decreto, ha informado el Magrama en un comunicado.
El plan hidrológico del Tajo quiere asegurar, por una parte, los abastecimientos urbano-industriales de la cuenca y, por otra, conseguir que el 92 por 100 de las masas de agua de la demarcación alcancen el «buen estado ecológico» en 2027, ha detallado el Ministerio.
Algunas de las medidas que este proyecto prevé son el saneamiento y la depuración de las aguas residuales urbanas, la mejora en la atención de los regadíos y la construcción de nuevas infraestructuras de regulación.
Para la organización Ecologistas en Acción, que ha votado en contra, el plan del Tajo es «especialmente desarrollista» porque prevé un crecimiento de la demanda urbana y del regadío en una cuenca que ya está «muy explotada».
Por su parte, el Plan Hidrográfico del río Segura pretende compatibilizar los intereses del sector agrícola (mantiene el regadío existente) con la protección y recuperación de los valores medioambientales de la cuenca, ha señalado el Ministerio.
ES «INADMISIBLE»
Ecologistas en Acción, que tampoco ha dado el visto bueno a este proyecto, ha explicado que es «inadmisible» porque prevé el crecimiento de la demanda vinculada al sector turístico en una cuenca con déficit hídrico estructural declarado.
Ambos proyectos siguen una estrategia de crecimiento «inviable» y se olvidan de los aspectos ambientales, por lo que son «incompatibles» con el mantenimiento y la conservación de los ecosistemas fluviales, han resaltado los ecologistas.
El ministro, por su parte, ha indicado durante el Consejo que con estos planes y con la permanencia del trasvase Tajo-Segura se «armonizan» las necesidades de la cuenca del Segura (receptora) y de la del Tajo (cedente) gracias al acuerdo entre las cinco comunidades autónomas implicadas.
Las inversiones previstas hasta 2027 suman casi 10.000 millones de euros, de los que 6.100 millones de euros corresponden al río Tajo y 3.600 millones a la cuenca del Segura.
Según las previsiones del Ministerio, en los primeros meses de 2014 concluirá el ciclo de planificación hidrológica tras aprobar definitivamente los últimos de los 25 planes de las demarcaciones hidrográficas de España.
Además de estos dos planes de cuenca, todavía faltan por aprobar el del Ebro (que también ha recibido informe favorable del CNA), el del Júcar y los de las Islas Canarias (que son de competencia autonómica), a pesar de que según la Directiva Europea del Agua, la planificación hidrológica debía estar acabada en 2009.
El Ministerio también ha recordado que una vez que concluya el ciclo de planificación hidrológica, se abordará un Pacto Nacional del Agua para garantizar un suministro «suficiente en cantidad y calidad» para todo el país.