El Complejo Hospitalario de Toledo ha conseguido alcanzar 200 trasplantes renales desde que, el 7 de marzo de 2007, se convirtiera en el segundo hospital de Castilla-La Mancha en contar con autorización del Gobierno regional para realizar injertos de riñón, y todo gracias a la generosidad de los donantes castellanomanchegos.
El consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz, ha felicitado a todos los profesionales sanitarios que han contribuido a lograr este hito y, sobre todo, a aumentar la esperanza de vida a tantas personas.
Durante estos seis años se han realizado una media de 25 injertos renales a personas que se encontraban en tratamiento de hemodiálisis desde hacía varios años, pero en 2013 esta cifra ha aumentado hasta alcanzar los 47.
El paciente más joven en ser trasplantado en este centro sanitario tiene 18 años y el de mayor edad tiene 80 años. Asimismo, el centro sanitario toledano ha registrado este año un total de 28 donaciones de órganos.
Todos los trasplantes renales han sido posibles gracias a la labor y al esfuerzo de un equipo multidisciplinar formado por intensivistas, nefrólogos, urólogos, anestesiólogos, enfermeras, auxiliares y personal sanitario que, junto a los coordinadores de trasplantes, participan tanto en la extracción de órganos como en los trasplantes.
No obstante, todos ellos recuerdan que esta labor no sería posible sin la generosidad y solidaridad de los familiares que en los momentos más duros, el fallecimiento de un ser querido, deciden dar vida a otra persona que lo necesita.
Por otra parte, «El Estudio sobre la mejora en la calidad de vida de los pacientes trasplantados renales en Castilla-La Mancha», elaborado por la Unidad Autonómica de Coordinación de Trasplantes, valora con 9,75 el trato humano recibido por los profesionales del Complejo Hospitalario de Toledo dedicados a los trasplantes renales tras la intervención.
Asimismo, los encuestados en este estudio consideran muy buena, tanto la capacidad profesional de los profesionales, como la información aportada por los profesionales al respecto.
Respecto a la frecuencia de las revisiones realizadas tras el trasplante, los encuestados ponen una nota de 9,51 y otorgan la misma valoración a la explicación recibida sobre el tratamiento y los cuidados a seguir tras recibir un riñón.
El objetivo del estudio se ha centrado en obtener una valoración directa de los pacientes trasplantados en Castilla-La Mancha, conocer las mejoras de su calidad de vida, una vez trascurrido el tiempo de su intervención y, por último, obtener conclusiones y recomendaciones que permitan iniciar nuevas líneas de trabajo, estrategias y acciones futuras del centro de coordinación de Trasplante Renal en Castilla-La Mancha.
Asimismo, este estudio dota de instrumentos para que los profesionales sanitarios puedan diagnosticar y evaluar cómo incidir de manera positiva en la calidad de vida de los pacientes durante su diálisis y con posterioridad al trasplante renal.
Para la elaboración de este trabajo se han realizado un total de 176 encuestas a personas trasplantadas en Castilla-La Mancha. Asimismo, la asociación Alcer Toledo ha participado en este estudio aportando información esencial sobre las dimensiones de este estudio.